Capítulo cincuenta "Me cansé de esperar"

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—¿y esto fue lo que dibujaste? —preguntó Stiles mirando el dibujo que hice en el motel.

—si —asentí.

—¿Son ojos de alfa?

—eso parece.

—¿Le dijiste a Scott? —me miró preocupado.

—no, ni lo haré, no quiero que tenga esto en la cabeza, que crea que tuvo que matar a un alfa.

—ojalá no sea eso —dejó el cuaderno a un lado. —cambiando de tema...¿Qué pasó con ustedes?

—nada, no hemos hablado desde lo que pasó en el motel —admití. —tengo miedo de enfrentarlo.

—tendrás que hacerlo, tarde o temprano.

—lo sé —suspiré.

En eso suena el celular de Stiles, era Scott y al parecer había sucedido algo en el hospital.

—debo irme —se levantó y se dirigió hacia la puerta de mi habitación.

—está bien, cuídate.

—lo haré —sonrió antes de irse.

Tomé mi celular y le llamé a las chicas para hacer una pijamada, las necesitaba.
No tardaron ni diez minutos que ya estábamos reunidas en la cocina, mientras abría una botella de vino y servía un poco en tres copas.

—oye, estamos tomando siendo menores en la casa de un sheriff —comentó Allison para luego darle un trago a su bebida —¡esto es emocionante!

—en esta casa se bebe más que en un bar —dije con algo de tristeza.

—lo siento —se disculpó la cazadora.

—no es tu culpa...mi papá, aún extraña a mi mamá —me encogí de hombros.

—bien, ¿Y por qué estamos aquí? —inquirió la pelirroja.

—bueno, Scott no me ha dicho nada desde que llegamos del motel y la verdad, me asusta.

—dormiste sobre él, lo usaste de colchón, creo que ya hay un fuerte vínculo ahí —señaló Lydia.

—no podía dormir, y él fue mi somnífero  —bebí un poco de vino.

—¿Y por qué no hablas tú con él? —sugirió Allison, mientras íbamos a mi habitación.

—no sé ni qué decirle, ya le confesé mis sentimientos.

—oye, ¡que bonito! —miré a la castaña quién tenía mi cuaderno en alto enseñando el dibujo que hice de Scott alfa —pero...¿por qué le hiciste los ojos rojos?

—ah...porque quería...ver co-mo se veía de ¿alfa?

—amiga, mientes fatal —opinó Lydia divertida.

—no es un dibujo que hice por hacer —admití —es una premonición.

—¿Quieres decir que Scott se convertirá en alfa? ¿Matará a uno?

—asentí mirando cohibida a la cazadora —no quiero ni pensarlo, no puedo creer que Scott Gregorio McCall, el chico que no puede matar ni a una mosca sin sentir culpa, vaya a matar a alguien —de un sentón me tomé todo lo que tenía mi copa.

—¿esa es la única forma de convertirse en alfa? —inquirió Lydia pensativa.

—hasta donde sé, pues sí.

Seguimos bebiendo y hablando, hasta que acabamos completamente ebrias. —¿Saben qué? Iré con Scott a decirle todo —fui hasta la cocina y tomé las llaves de del jeep ya que mi hermano había regresado a casa.

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