Capítulo treinta y cuatro "Distracción"

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Al final de todo Matt perdió la vida,siendo ahogado por Gerard, el viejo me cae mal pero debo admitir que le hizo un favor a todos.

Mientras los policías hacían su trabajo,busqué a Derek pero él ya se había ido por lo que procure anotar el nombre con el que llamó a mi transformación y decidí volver con mi hermano justo en el momento en que a mi padre le devolvían su placa.

—oye Stiles —llamé su atención —¿Cómo le voy a explicar a papá mi curación rápida?

—le diremos que fue un roce —se encogió de hombros. —y que la sangre era de Scott, problema resuelto.

—si creo que es lo mejor que tenemos.

Y eso fue lo que le dijimos, insistió para que me revisaran pero logramos calmarlo y que cambiara de idea.

[...]

—¿Por qué quieres que te lleve con Derek? —preguntó mi novio.

—quiero saber porque me llamó Ahmes.

—bien, vamos —tomó mi mano y salimos fuera de mi casa para luego subirnos a su auto.

Un rato después llegamos a las ruinas de la casa Hale, estar aquí me producía un nudo en el estómago, creo que por pensar en todas las vidas que se llevó Kate, eso sin contar su propia muerte.

—¿Estás bien? —Robbie apoyó su mano en mi rodilla llamando mi atención.

—sí, es que pensar en lo que pasó aquí me pone triste.

—te entiendo, se me hace un nudo cada vez que vengo —fue como si hubiese leído mi mente.

Bajamos del auto y entramos justo en el momento en que Boyd y Erika se iban de la casa, ni quise preguntar lo que había ocurrido más porque Peter apareció y casi es mutilado por un pedazo de vidrio que atrapó justo a tiempo.

—creo que llegamos en mal momento —comenté.

—¿Tú crees? —Peter me miró de reojo antes de mirar por completo a su sobrino —me esperaba una bienvenida mas cálida, pero te comprendo.

—imagino que se trata de tu transformación —adivinó Derek volteando a verme, a lo que asentí. —Ahmes era la Reina de los lobos,hay una leyenda —miró a su hermano —mamá nos la contaba ¿Recuerdas?

—está algo borroso —admitió mi novio.

—era sobre una mujer lobo, la primera de hecho —explicó —la leyenda contaba que Fenris, otro hombre lobo se había enamorado de ella pero para su mala suerte era un amor no correspondido. Un día ella se encontró con un hombre, un forastero, estaba herido de muerte y ella le dio la mordida. —suspiró —con el tiempo ellos se enamoraron pero no era bien visto por el resto de la manada y Fenris no era la excepción.

—¿Y con todo esto...estás diciendo que soy Amhes?

—yo creo, al menos una reencarnación, hasta ayer creía que era una leyenda. —respondió.

—esto es demasiado —suspiré.

—si recuerdo eso —habló Peter —creo que la mordida fue toda una bendición —sonrió arrogante.

—¿Qué tan necesario es tenerlo con vida? —lo señalé con mi pulgar.

—justo eso estaba pensando —murmuró Robbie.

AMHESWhere stories live. Discover now