Después de desaparecer misteriosamente junto a su hermano mayor en la mansión "embrujada" de Agdeog, y olvidar por completo su pasado, Jungkook, quién ahora trabaja como reportero en la ciudad de Seúl, comienza a investigar "La leyenda de Agdeog." U...
"La bailarina de los cuentos de hadas" (Kang Choi Ha)
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—Gracias por traerme, Teniente Venus —bajó del auto —.
—De nada, querida. Entra rápido y dale mis saludos a Choi Ha, y dile que no vuelva a irse sin nosotras, nos vemos.
—Se los daré, nos vemos.
La teniente Venus se marchó y Ha na entró a la residencia dónde vivía con Choi Ha junto a otras chicas de su universidad. Las encontró a todas en el salón mirando la televisión, pero al buscar entre ellas, no fue capaz de ver a su compañera de habitación.
—Chicas, ¿dónde está Choi Ha?
—¿No estaba contigo? Ella no está aquí...
—¿Cómo no está? Hace cuatro horas me dijo que venía en camino —dijo preocupada —.
—Pero aquí no ha llegado...
—No es posible...—sacó su teléfono rápidamente para hacer una llamada y tiró sus pertenencias al suelo. —Teniente Venus, es Ha Na —comenzó a llorar. —Choi Ha no está aquí en casa, por favor ayúdeme... . . . . . . . Kang Choi Ha abrió los ojos levemente y su visión era borrosa. Todo a su alrededor daba vueltas sin parar, y un fuerte olor a sangre la hizo despertar completamente y sentarse en el frío suelo de aquel sótano. Había un silencio fúnebre, y al levantar el rostro, miró al señor Kim frente a ella peinando una peluca de largo cabello negro y alisado. El sonido de una cadena arrastrándose por el suelo la hizo dar un salto y voltear rápidamente hacia su lado derecho, justo dónde estaba atada In Hee.
La joven Choi Ha miró a In Hee atada, en aquella esquina, y de inmediato comenzó a llorar aterrada. A su alrededor habían frascos con órganos dentro y en las paredes habían muchos objetos de tortura junto a máscaras de porcelana y pelucas de varios tamaños, pero todas del mismo color. Choi Ha miró todo aquello y se puso de rodillas para suplicar y llorar desesperada.
—Por favor, ahjussi...por favor, déjeme ir. Haré lo que usted me pida, pero por favor no me mate... —lloró —por favor, déjeme volver con mi mamá.
Tae Jung se agachó y la miró fijamente a los ojos con una sonrisa de lado. Tomó un mechón de su largo cabello negro y lo acarició para sentir su textura. Pasó la mano sobre la pierna de Choi Ha y sintió su suavidad. Después subió hasta su muslo y dejó la mano sobre él mientras la miraba de arriba abajo. Choi Ha comenzó a llorar con más intensidad y apretó sus piernas para evitar que el señor Kim subiera las manos más arriba de sus muslos.
—Por favor no...no me haga daño...—lloró y suplicó aterrada —.
—¡Shhh! Deja de llorar, no soporto el ruido. Hay una única norma para poder salir de aquí.
