Después de desaparecer misteriosamente junto a su hermano mayor en la mansión "embrujada" de Agdeog, y olvidar por completo su pasado, Jungkook, quién ahora trabaja como reportero en la ciudad de Seúl, comienza a investigar "La leyenda de Agdeog." U...
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17 años después. El teléfono en un pequeño apartamento comenzó a sonar sin parar en la madrugada de aquel día en Agdeog. Una joven doctora despertó de sobresalto al escucharlo y se levantó para responder.
—¿Hola? ¿Quién es?
—¿Choi Juyi?
—Sí…—respondió asustada e insegura . —Soy yo, pero ¿quién es usted?
—Tengo un recado para ti. "No cierres los ojos." —colgó —.
—¿Qué? ¿Hola? —dijo asustada. —¿Qué significa eso? ¿Hola?
La mujer tiró el teléfono sobre la mesa y corrió por toda la casa para asegurarse de que todo estuviera cerrado. Se sentó sobre la cama y miró todos los alrededores con la respiración acelerada y las piernas y manos temblorosas. Se levantó de la cama y corrió al baño a esconderse dentro de él. Entró a la bañera y comenzó a llorar sin parar.
En la oscuridad de la habitación de Jungkook, esa misma madrugada en la ciudad de Seúl, solo podían escucharse sus fuertes jadeos mientras dormía profundamente y se repetía nuevamente el mismo sueño que había estado experimentando durante varios años. El sonido de la alarma lo hizo despertar de un sobresalto, miró los alrededores con la respiración acelerada y el sudor todavía escurriendo por su frente.
—De nuevo estas pesadillas...
Miró la hora en el reloj al lado de la cama y este marcaba las 4 a.m. Se levantó y sacó del armario un cuaderno lleno de dibujos, se sentó en su escritorio y tomó un lápiz para comenzar a dibujar. Dentro de aquel cuaderno habían numerosos dibujos de la misma persona, algunos eran de sus ojos, manos, cuerpo desnudo y labios.
—¿Quién eres? ¿Y por qué no dejas de atormentarme?
Comenzó a dibujar nuevamente los ojos de aquella persona. Desde que tenía 8 años no dejaba de soñar con la misma persona noche tras noche. Lo miraba en todas partes dentro de sus sueños y a medida que pasaba el tiempo, estos se volvían más extraños y perturbadores. Al marcar las 6 a.m, Jungkook se arregló para salir a trabajar, tomó sus cosas y bajó las escaleras hasta la cocina para tomar una fruta.
—Mamá, ya me voy...
Jungkook se paró al frente de la habitación de la mayor y la miró arrodillada al lado de la cama murmurando miles de palabras que no lograba entender.
—Mami, me voy...tu hijo ya se va...
La mayor siguió murmurando y no prestó atención a lo que su hijo le decía. Jungkook decidió no decir más nada y salió de casa para ir a trabajar. Estacionó la moto frente a una gran casa y bajó rápidamente hacia dónde estaban su grupo de amigos, tomó el micrófono y se arregló el cabello.
