Espejo Para Un Adolescente

Explicaciones

Nada es porque sí. Entonces, ¿por qué he de contentarme con actuar sin explicaciones? Quiero saber la razón de determinadas: conductas. Saber, por ejemplo, por qué es necesario que me comporte de una o de otra manera. A los niños recién nacidos y sin entendimiento les dicen que actúen sin darles ninguna razón; yo creo merecer un mejor trato. Los adultos suelen exigir sin dar. Yo, en cambio, deseo que me digan por qué las cosas tienen que ser de una determinada forma.

Es importante saber. Si debo acatar una norma, ¡lo haré!, pero después de que entienda la razón... de otra forma, me rebelo. No soy oveja que salte a un silbido o caballo que obedezca a un chasquido. Preciso que me den razones: soy ser humano y merezco mejor trato. Solo así sentiré razonable que los adultos pidan respeto; de otro modo, solo obtendrán mi rebelión.

- ¿Cómo calificas esta resolución?

- ¿Te parece razonable obedecer después de entender? ¿Por qué?

Para reflexionar:

"El adolescente normal someterá a prueba -y a veces reflexionar incluso traspasará- los límites y las reglas que pongas, sin tener en cuenta donde los coloques. Si pones reglas extremadamente restrictivas, tu hijo adolescente siempre las probará, y por lo general las quebrantará. Si las haces amplias, de nuevo tu hijo encontrará alguna manera de desafiarlas o no someterse a ellas. El sentido común indica, por lo tanto, que ya que el desafiar y/o quebrantar las reglas se encuentra en la constitución de cada adolescente -sin importar cuán rigurosas o amplias sean dichas reglas-, lo más sensato es poner reglas inicialmente bastante estrictas y restrictivas, y luego, a medida que el niño vaya madurando y demostrando que es posible confiar en él para que se comporte del modo apropiado, puedes permitir gradualmente un aumento de los privilegios de tu hijo con cada vez menos control paterno o materno. En otras palabras: sus privilegios dependerán de cuán digno de confianza te muestre que es" (Ross Campbell).