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Zhanghao vio a Hanbin sentarse al lado de su mejor amiga y rodear su cintura con sus brazos antes de recostar su mentón en la cabeza de la chica, Irene sonriendo ante el gesto.

El mayor suspiró y sonrió ante la tranquilidad que denotaba el rostro de su novio.

"¿No vas a sentarte, Haogie?" Preguntó dulcemente volteando a verlo y señalando un espacio disponible a su lado.

"No... En realidad, prefiero quedarme aquí" Señaló, recostándose en la puerta de la cocina "Es su momento chicos. Yo solo estoy acá porque quiero verte bailar en calzones... Y aquí aún puedo oler la cena..."

Hanbin rió audiblemente. "Las pizzas de tu mamá son increíbles."

"Lo sé" Asintió con una sonrisa.

"¡Mira, Hanbin!" Lo llamó Irene con una sonrisa "Está por comenzar..."

Hanbin simplemente asintió sonriendo, volviendo su vista al televisor, de nuevo poniendo su barbilla en la cabeza de su mejor amiga.

La primera escena era de una pequeña niña de unos tres años con trenzas en su hermoso cabello castaño mirando a un hermoso bebé con pijamas azules dormir en una hermosa cuna de madera. El bebé debía de tener más o menos un mes.

Al instante, una mujer se arrodilló al lado de la niña. Zhanghao la reconoció al instante. Era Sung Sunmi.

"Mira Joohyun" Susurró a la niña. Su rostro estaba mucho más delgado que en el presente y había ojeras bajo sus ojos. No parecía la Sunmi que Zhanghao conocía. Esa Sunmi era un cadáver.

Su novio le había contado varias cosas sobre el anterior problema de drogas de sus padres (En realidad, este problema había sido la razón por la cual su corazón había nacido defectuoso), pero no le había dicho detalladamente cuánto les había afectado esto en el pasado.

"Él es Hanbin, y va a jugar contigo cuándo crezca."

"Va a ser tu amigo, Joohyun." Dijo una voz ronca. Seguramente se trataba del padre de la pequeña, y tal vez este había estado sosteniendo la cámara en esos momentos "... y los amigos se cuidan. ¿Vas a cuidarlo?"

La niña no lo pensó mucho.

"." Asintió sonriendo ampliamente, pasando su pequeña manita a través de los barrotes de la cuna para sujetar la muñeca de bebé "Mejores amigos, Hanbin." Susurró como si nadie pudiese escucharla.

Zhanghao dejó escapar una lágrima que pronto fue quitada. El mayor se regañó internamente por ser tan sensible por este tipo de cosas.

Pero la pequeña Irene no se había equivocado.

La segunda escena mostraba a la pequeña de nuevo, ahora con el cabello completamente suelto, con un bebé de hermosos ojos y cabello oscuro sobre sus piernas. En esos momentos, Hanbin posiblemente no tenía más de tres meses.

"Está pesado, papá" Se quejó la niña mientras intentaba sujetar a el intranquilo bebé que se esforzaba por alcanzar el sonajero que su padre movía de un lado a otro frente a su cara.

"Lo sé, pero pronto él crecerá y podrá sentarse a tu lado, y ya no tendrás que cargarlo más" respondió el hombre.

Crece rápido, Hanbin!" Exigió al bebé, quien se volteó para mirarla en cuanto escuchó su voz, estallando en risas sin razón alguna, Irene imitándolo y su padre colocando un brazo protector frente a los niños por si el agarre de la pequeña se debilitaba. Eso jamás sucedió "...Pero no más que yo ¿Bien?"

Zhanghao rió débilmente.

Si la pequeña Irene supiera que Hanbin iba a ser más alto que ella en el futuro seguramente lo habría arrojado al piso.

The window boy - HAOBINWhere stories live. Discover now