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Había pasado poco más de una semana.

Zhanghao no podría haberla llamado perfecta, pues eso estaba muy alejado de la realidad, pero tampoco había sido completamente mala.

Nancy había intentando entrar a casa unas cuantas veces, Seokmin y los del coro llegando de inmediato a detenerla. Incluso debieron llamar a la policía una vez cuándo las cosas se pusieron realmente violentas y tacones empezaron a volar sobre sus cabezas.

Para resumir lo sucedido, los chicos habían salido a dar un corto paseo y al regresar se encontraron con Nancy, que debía de estar regresando de alguna de las casas de los muchos chicos de los alrededores. Nancy de inmediato los miró con ira y corrió tras ellos, logrando alcanzar a Hanbin casi al instante. Estaba apunto de golpearlo con uno de sus zapatos cuando Seungwoo salió de casa y comenzó a amenazarla con denuncias, logrando que ambos se refugiaran en casa antes de que la mujer volviese a seguirlos. Pero no fue suficiente. Cuándo Seungwoo logró entrar y les ordenó cerrar todas y cada una de las puertas y ventanas del lugar, Nancy, completamente desesperada, comenzó a golpear la puerta y amenazó con hablar de esto con Sunmi. Zhanghao de verdad no pudo más con aquella mujer y se decidió por llamar a la policía.

Intentó acercarse un par de veces más, por supuesto, porque no era una de esas que suelen rendirse fácilmente, pero sorpresivamente, el sábado, cuándo se la encontraron cara a cara luego de una larga cita con el nuevo psicólogo de Hanbin, la mujer simplemente se dio vuelta, entró a su auto y se marchó como si realmente no los hubiese visto.

El lunes Hanbin había ido a la biblioteca a solicitar empleo. Según él, no quería sentirse como un inútil que solo asistía a clases de fotografía porque pensaba que tenía un poco de futuro con eso.

Jihyo lo había contratado de inmediato, indicándole que aquella sería su semana de prueba, Zhanghao ofreciéndose de inmediato a ayudarlo en el proceso de aprendizaje. Su jefa aceptando, no sin colocarles antes la condición de

"Ningún tipo de trato demasiado afectivo en horas laborales".

El martes, cuando Jihyo lo vio llegar junto a Hanbin, le dijo tiernamente que jamás lo había visto llegar de tan buen humor al trabajo.

Y fue así como llegó el miércoles...

Zhanghao se despertó gracias al sonido del despertador. No se molestó en buscar a Hanbin a su lado porque sabía que el chico ya habría bajado a la cocina para prepararse algo de espumoso chocolate y resolver unos cuántos crucigramas.

No era como si le gustara despertarse solo, pero era agradable saber que Hanbin volvía a ser él mismo. Volvía a ser el chico que se levantaba temprano y seguía su estructurada rutina. El chico que podía resolver un crucigrama en diez minutos y disfrutaba de la soledad. El chico que vestía ropa pintada por él mismo. El chico que se reía de sus estupideces. El chico que amaba...

Se levantó lentamente, restregandose los ojos, y corrió al baño. Se colocó de inmediato unos pantalones ajustados negros y la camisa amarilla del uniforme, junto con unos tenis y sus aretes junto a un baenie del mismo color de su pantalón. Intentó también cubrir las marcas que Hanbin había dejado en su cuello la noche anterior, sin mucho éxito.

<< Ahora tendré que escuchar la charla por tercera vez, Sung. Gracias. >>

La primera vez que había tenido que escucharla había sido justamente la primera noche en la que Hanbin se había quedado allí, cuándo sus padres descubrieron marcas en el cuello del chico, al igual que en sus brazos... Les hablaron sobre orgasmos, sexualidad, enfermedades y otras cosas durante al menos una hora, hasta que estuvo lo suficientemente sonrojado y avergonzado para ellos.

The window boy - HAOBINWhere stories live. Discover now