PASIONES REBELDES h.s

Capitulo 30: Lagrimas.

Di mi último abrazo tratando de no llorar. Prometimos no hablar sobre la noche anterior y simplemente olvidarlo. Niall tomo sus maletas, dándole un fuerte abrazo a mi mamá, creí que no podría sobrevivir ya sin tenerlo a mi lado, al menos era el único que entendía lo que sentía en esos momentos. Pero por un lado era lo mejor, ya no podríamos seguir igual después de mi desenfreno. Vi como subía al taxi y veía por última vez esos ojos azules, hizo un gesto con la mano y desapareció en las calles, al igual que mi mamá en su Chevrolet rojo, para ella un día mas de trabajo, para mi otro día muriéndome por dentro. Camine a la cocina y intente buscar algo para apagar el ahogo, para más suerte un gran envase de helado de chocolate me gritaba que lo comiera. Nunca me ha gustado el estereotipo de que cuando una chica sufre su mejor amigo eran las novelas y el helado, pero qué más da mi vida ya estaba dada vuelta, esto no lo cambiaria. Comencé a comerlo y me tendí sobre el sofá de la sala, espere unos segundos y encendí el televisor y comenzaba ''The Notebook'' justamente la parte de la feria, eso fue suficiente para traerme recuerdos y apagar el televisor, definitivamente no era lo mío. Subí hacia mi habitación, mi mamá había abierto las persianas, me forcé a no mirar pero fue inútil, me acerque lentamente con cautela, al fin sentía el sol otra vez, la briza cálida corria por mi cara, ¿Qué me estaba sucediendo?, estoy loca, no debería de comportarme así, siempre me he considerado fuerte, pero baje mi guardia. Suspire para mis adentros, sujetándome en el barandal, ocultando mi cara en mis brazos.

- _____....- escuche susurrar, a una voz femenina, me levante exaltada creyendo que era Harry.- Ups... Perdón – dijo la chica mirándome enternecida, desde la otra ventana.

- No importa...-Musité de vuelta fingiendo una sonrisa – Hola, Gemma –En verdad no quería hablar con ella, me hacía sentir peor, pero tenía que al menos fingir que no me importo.

- Hola...- susurro ella con la mirada baja y una leve sonrisa. El momento se tornó incomodó y silencioso, preferí romper el hielo.

- Y... ¿Hace cuánto llegaste? – pregunte tímida.

- Pues, hace una horas, me sorprendió que no viniste a verme – dijo con lastima – te deje varios mensajes en Facebook y en tu celular, no contestabas amiga...- Me sentí realmente mal, pareciese que Gemma no tenía ni idea de lo que paso entre Harry y yo, y creo que así era. No debó de ignorarla, además ella fue una de mis mejores amigas cuando llego, aunque fuese mayor.

- Gemma...yo – dije tartamudeando, pero me interrumpió. Me hizo sentir como una pequeña hormiga apuntó de ser aplastada.

- Hey! No digas nada – sonrió – Te perdonó, linda. – soltó una carcajada – tengo mucho que contarte... ¿Salimos a tomar un café?.

- Pues...yo no – le iba a decir, pero su cara de entusiasmo, tan igual a la de el. Mierda – Está bien....- susurre sin darme cuenta.

- Ok, ven a buscarme ¿Si? – intente, trate de decirle que no, pero la ventana ya estaba cerrada.

¿En que me estoy metiendo?, ''Tranquila, ______ ella no sabe nada, simplemente ve y dile que no.'' Pero no era tan fácil, como se escuchaba en mi mente, Gema me preguntara él por qué o lo investigara. Es de esas personas curiosas y no se si tendré el valor para contarle. Pero si me quedo...No, estaría siendo una cobarde. Quería aparentar que nada había sucedido y que me mantenía en mis cabales, me di una ducha y me arregle como de costumbre, tome mi bolso, las llaves y algo de dinero. Y en un pestañar ya estaba frente a la casa de Harry, mi mano de dirigía a tocar la puerta, pero me retracte ¿Y si abría el? Uff... volví a dirigir mi mano a la puerta di unos cuantos toques con la esperanza que no fuese el que abriera. La puerta se abrió pero un cabello largo y lacio se asomó. Gema me veía sonriente y no dudo en apretarme en un abrazo.