XLVI

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Victoria

La luz de los rayos del sol impacta en mi rostro, haciéndome despertar frente a un deslumbrante amanecer.

La ausencia de mi persona favorita es lo más sentido. No son muchos días los que estará en el país galo, pero aún así, lo extraño.

Lo único que recuerdo de ayer en la noche son sus dedos pulgares marcados en mi frente, agarrando mi cabeza, mientras depositaba un cálido beso en esta.

Intento levantarme y no noto ninguna molestia ya, pero aún así, iré al médico a revisar mi brecha, para asegurarme de que esté ya curada, y pueda retirar así las grapas.

Una llamada suena en mi teléfono móvil, el que no dudo en atender, respondiendo al llamamiento entrante.

- ¿Sí? - menciono según agarro el teléfono.

- Amour - la voz grave de mi novio se hace presente en mis oídos.

- ¡Hola, cielo!, ¿Estás ya en Francia?, ¿cómo estás? - pregunto mientras bajo las escaleras para preparar un desayuno.

- Estoy bien, chérie. Y sí, estoy en Francia. ¿Qué hay de tí?, ¿Estás bien? - pregunta en un susurro.

- Bien, ya no tengo molestias. Pero igualmente iré al médico para comprobar que mi herida está correctamente curada. Por cierto, ¿por qué hablas así? - digo con cierta curiosidad.

- Es que estoy con mis compañeros de Francia. Y si me escuchan hablar amorosamente bromean de mí - dice un tanto avergonzado.

No puedo evitar soltar una fuerte carcajada, e instantáneamente logro silenciar esta.

- Pues te dejo con ellos, cariño. Pásala bien, te amo.

- Te amo también - dice para finalizar la llamada, mientras finalizo mi desayuno.

Bien, ahora me cambiaré de atuendo, dejaré de lado el pijama y me pondré cualquier sudadera y botas de agua, pues la lluvia que hace en Madrid no es normal.

(...)

Eduardo Camavinga

La última vez que estuve en una concentración con Francia, no estaba en una relación con Vicky. Y la verdad, le estaré eternamente agradecido a Antoine, Kylian y al que menos ayudó, Aurélien. Aunque algo aportó, pero digamos que es más humor que otra cosa.
Marcus Thuram también da momentáneos consejos que son de gran ayuda.

- ¿Con quién hablabas? - pregunta Antoine, según termino la llamada.

Me escucharon pronunciar la última frase y, como antes le comenté a mi novia, se están comenzando a burlar de mí.

- ¿Por quién late tu corazón? - pregunta riéndose Kylian.

- No empecéis...

- ¿Aún lo desconocéis?, obviamente lo hace por Vicky, su novia - dice Aurélien, quien recibe una mala mirada de mi parte. No puede mantener su boca cerrada.

- ¡¿Seguiste mis grandes consejos?! - exclama Antoine.

Mis mejillas se tornan de un breve color carmesí. Aunque decir que es breve, me convertiría en un embustero. Pues mis mejillas se han tornado del color rojo más vivo posible, lo cual, lo hace notable.

- Me tomaré eso como un sí - responde Antoine, riendo.

Su risa es acompañada con la del resto de compañeros. No encuentro la gracia en sus palabras.

Agacho mi cabeza y continúo tomando mi desayuno, elaborado por mí. Pero aprendido por la mejor maestra del mundo, mi novia. Y el desayuno no es otro que pan con tomate y jamón.

Debemos tomar la mayor energía posible, pues luego entrenaremos fuertemente para el partido del día siete.
Quisiera estar en Madrid, en el médico ayudando a Vicky, pero bueno, mi decisión de ser futbolista trae consecuencias.

Algunos van terminando sus desayunos y van abandonando la cafetería de Clairefontaine. Los asientos de mi lado quedan libres, y Antoine, Kylian y Aurélien no dudan en aprovecharlos.
Tal y como la última vez.

- Entonces... el pequeño Eduardo ya no está soltero - menciona el jugador del Atlético de Madrid.

- No me digas así, Antoine. Tengo veinte años - agacho mi cabeza avergonzado.

- Pero si es verdad, eres el más joven de la selección - Kylian se encoge de hombros, y yo lo miro por dos segundos, hasta regresar mi mirada a mi desayuno.

- Volviendo al tema principal. Es de mi agrado conocer la razón por la que ahora estás en una relación. Ahora sé cómo de útiles y buenos son mis consejos - dice Antoine con una sonrisa.

Ruedo mis ojos y esbozo una sonrisa, negando con mi cabeza sin borrar esta de mi rostro.

Con una goma recojo mis rastas en una coleta, para no molestar el espacio de mi cara. Ya que mi vista se ve afectada por el tipo de cabello que utilizo.

- ¿Estás mudo? - pregunta Kylian.

- De seguro está pensando en cómo se sentiría estando actualmente en Madrid, acariciando y recorriendo cada centímetro de la piel de su novia, mientras reparte besos por su rostro y luego terminan el día con un buen orgasmo - bromea Aurélien.

Me he metido demasiado en sus palabras. No estaba pensando en eso, pero sus palabras provocan que lo haga, y bueno, ha provocado una erección, que es difícil de ocultar.

- Tus palabras han ido más allá. Nuestra imaginación ha resurgido - ríe Kylian.

- Sobretodo la de él - me señala el colchonero.

Mis tres amigos estallan en carcajadas y yo intento tapar el pequeño problema ajustando mi bóxer y pantalón corto de la mejor manera posible, y ha funcionado un poco. Por el momento...

Estoy de acuerdo con Antoine, seguiré sus efectivos consejos. Si llego a hacer caso a Aurélien, seguiría seguramente soltero. Igual que él, pero no pienso nombrar su reciente ruptura con Ornella.

(...)

Victoria

El médico me informó que todo avanzó correctamente, y mi lesión desapareció completamente. También sanó mi herida, aunque sigue un poco notable la cicatriz.

Mi teléfono vibra indicando un mensaje. Decido sacarlo de mi bolso y lo reviso, una notificación de WhatsApp se presenta en la pantalla de este.

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Las Winx

Paula: ¡holaa!

Marina: Hola, ¿cómo
estáis?

yo: bien. Bueno,
superando que mi
novio está en otro país.

L

orena: lo mejor para
eso es una fiesta. ¿Os
apetece?

Paula: ¡Claro que sí!

Marina: me apetece mucho
veros.

yo: No sé.

Paula: vengaa

yo: Bueno, vale.

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Bueno, pues ya tengo algo planeado que hacer hoy.
No sé si Edu estará de acuerdo. Supongo que sí. Total, sabe que no haré nada extraño ni fuera de lo común. Simplemente bailaré, posiblemente beba algo de alcohol, y haga fotos con mis amigas.

- Dios mío, solo se ha ido un día y está volviéndose una eternidad.

QUERIDA AFICIONADA ↯ eduardo camavinga ✔Where stories live. Discover now