LXXXIII. Groserias

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Saber que Elise sabía exactamente lo que había pasado desconcertó mucho a Fugaku, pero él entendió que a pesar de saber que algo así podría haber sucedido, no quitaba que la imagen de su esposo posiblemente engañándola era innegablemente dolorosa.

Por supuesto, los Kaneko presentes hirvieron en rabia al saber la verdad, no solo porque ya habían estado planeando como vengarse del marido de Elise, sino que también porque la situación era tan jodidamente frustrante y molesta que no sabían bien el cómo actuar a continuación.

Joder, ¿No se supone que Fugaku era el líder de clan? ¿Por qué no podía controlar a esos viejos perros con un pie en la tumba? ¿Por qué tenían que joder el matrimonio perfectamente feliz de su adorada niñita dorada? Los Kaneko querían sangre, querían venganza.

Y Fugaku... bueno, incluso Fugaku se beneficiaría si esos molestos dinosaurios dejaban de respirar de una buena y puta vez por todas.

Elise le pidió tiempo a Shisui para pensar, para planear, pero le aseguró que todavía lo amaba y que esta situación no cambiaría nada entre ambos.

En esa semana, Shisui estuvo tan irritable y asesino que era simplemente incontenible e insostenible, por lo que se vio obligado a tomar más misiones de las que siquiera debería para dejar atrás sus pensamientos sin volverse completamente loco y masacrar a diestras y siniestras a todos los que se metieran en su puto camino, porque...

¡Joder!

¡Él realmente casi mata a quien chocó contra él accidentalmente! Y su índice de agresión para pequeñas cosas fue demasiado alto como para que incluso Minato dejara pasar la vista gorda, por lo que lo mandó a misiones se asesinato después de escuchar lo que había sucedido entre el clan Uchiha, Elise y él.

Dios, Shisui cree que en una semana su recuento de muertes fue tan altos que pudo haberse convertido en el mejor asesino de su Hokage.

Y en esa semana, Elise intercambió cartas con una vieja amiga y planeó una escapada de más de una semana.

Tres como máximo, considerando a quienes quería llevar como sus guardaespaldas y los claros agujeros en su solicitud. Pero considerando quién era la persona que iba a pedirles que Elise se fuera de la aldea para hacer un "concierto privado" durante cierto tiempo en su residencia y como ella debía tener una "máxima" seguridad para no arruinar nada, supone que podría salirse con la suya incluso si su demanda es bastante infantil e irracional.

Así que mirando el papel oficial que tenía en sus manos, en donde el mismísimo Daimio solicitaba su presencia para un concierto privado en una de sus lujosas y costosas casas, junto con la solicitud enviada directamente al Hokage con las personas indiciadas para "cuidarla", Elise sonrió arrogantemente ante sus descaradas vacaciones fuera de la aldea en la cual llevaría a sus pequeños hijitos, la familia de sus "cuñados" y a su proprio esposo.

Mirando las maletas listas, con ropa y todo, Elise se sentó en el carruaje mirando a sus adorables hijitos vestido en un conjunto, porque Elise adora la idea de que todos ellos vistan trajecitos a juegos como una familia extremadamente unida y pegajosa.

—¿Elise...? —habló suavemente Shisui mientras era presionado contra la puerta interior del carruaje y utilizado casi como cama.

—Hum... —Elise no dijo nada mientras se apoyaba en Shisui y lo arrinconaba contra puerta del carruaje para acostarse más cómodamente y tener las piernas sobre el suave colchón de los asientos, sus hijitos los miraban con una ceja arqueada, pero no dijeron nada.

Kimimaro supone que esta es una forma de intimidar a su padre, su madre tenía técnicas adorablemente infantiles e inocentes de joder a los demás. Él supone que no está dentro de la naturaleza de Elise ser capaz de dañar a alguien.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now