capítulo XXXII: aventura en el apartamento

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Jimmy y Tracey exploraron el departamento, burlándose amigablemente de su peculiar diseño. Entraron a la única habitación, donde se encontraron con una cama que parecía haber visto tiempos mejores y una puerta corredera que daba al balcón, con rieles oxidados y un aspecto un tanto desgastado.

"Wow, mira esta obra maestra del diseño de interiores", dijo Jimmy, señalando la cama con una sonrisa sarcástica. "¿Quién necesita una cama bonita cuando puedes tener esto?"

Tracey rió. "Definitivamente es… auténtica. Se ve como si hubiera sido testigo de mil siestas y pesadillas".

Ambos se miraron a los ojos y estallaron en risas ante la exagerada descripción de Tracey. Sin embargo, cuando dirigieron la vista hacia el balcón, su tono cambió. La puerta corredera daba un impresionante panorama del mar, con el sol comenzando a ponerse en el horizonte.

"Oh, vaya, esto es hermoso", murmuró Tracey, casi olvidándose de la burla anterior.

Jimmy asintió en acuerdo. "Sí, es increíble. A pesar de la puerta oxidada y la cama vintage, esta vista definitivamente lo compensa".

Mientras disfrutaban del escenario, notaron que el departamento de al lado estaba habitado por una familia animada. Los niños jugaban en el balcón, riendo y correteando, mientras los padres conversaban y reian juntos.

Tracey frunció el ceño y miró a Jimmy con una ceja alzada. "¿Estamos al lado de un cliché de familia feliz? Los odio apenas verlos".

Jimmy la miró con una sonrisa divertida. "Vamos, Tracey, tienes un pasado en la calle, pero por favor, calla a esa Tracey interior de 4 años que odia a medio mundo".

Tracey rió, transmitiendo un suave golpecito en el hombro. "Tienes razón, supongo que no puedo evitar sentirme un poco celosa de su felicidad".

Jimmy la rodeó con un brazo y la atrajo hacia él. "No tienes por qué sentir celos. Tú también mereces toda la felicidad del mundo, y aquí estamos, creando nuestros propios momentos especiales".

En el modesto departamento, Tracey y Jimmy se encontraron mirando el horizonte del mar a través de la puerta corrediza. El suave murmullo de las olas llenaba el ambiente mientras el sol se reflejaba en el agua.

Tracey suspiró y rompió el silencio, "Mis padres estarían vueltos locos si supieran que la chica que odiaron y abandonaron está aquí, en el departamento más feo del mundo, siendo feliz."

Jimmy le sonrió cálidamente y la miró a los ojos, "Sabes, Tracey, cuando volvamos a la mansión después de nuestro fin de semana aquí, te apuesto $120 a que tendrás una sonrisa de oreja a oreja."

Tracey alzó una ceja en tono desafiante, "¿$120? Eso es ser bastante seguro de ti mismo, Jimmy."

Él asintió con confianza, "Absolutamente seguro, porque he visto la forma en que este lugar ya está empezando a iluminar tu rostro. No importa si es modesto o feo, lo que importa es que estamos aquí juntos, y eso es lo que hace que sea ​​el lugar más hermoso para mí."

Unos minutos más tarde Jimmy y Tracey se encontraron abrazados cerca del borde del mar, sintiendo la brisa salada acariciar sus rostros. Las risas y charlas llenaban el aire mientras disfrutaban de su tiempo juntos.

De repente, una ola más grande de lo esperado se estrelló contra la orilla, empapando completamente a Tracey. Ella se quedó sorprendida por el baño repentino y su expresión pasó de la alegría a la sorpresa.

Jimmy no pudo evitar reírse ante la situación, pero antes de que pudiera decir algo, Tracey le apuntó con el dedo, "No es gracioso, Jimmy."

Sin embargo, antes de que pudieran recuperarse, otra ola llegó con fuerza y esta vez fue Jimmy quien quedó empapado y casi derribado por la fuerza del agua. Tracey no pudo contener la risa y se sostuvo el estómago mientras observaba a Jimmy, quien se levantaba empapado y con una mezcla de asombro y diversión en su rostro.

"¡Pensé que solo me pasaban las cosas malas a mí, la ex vagabunda!" exclamó Tracey, su risa llenando el aire.

Jimmy se unió a su risa y se acercó a ella, sacudiendo el agua de su cabello. "Creo que el mar dejó igualar las cosas esta vez", bromeó.

Tracey y Jimmy se abrazaron, riendo y empapados por las travesuras del mar. A medida que las risas se desvanecían, una gran ola se alzó detrás de ellos, empapándolos por completo y dejándolos completamente empapados. Miraron el mar con sorpresa y luego se miraron el uno al otro, sus expresiones un cóctel de asombro y diversión.

"Creo que el mar quiere asegurarse de que no olvidemos esta visita", dijo Tracey, mientras intentaba escurrir el agua de su cabello.

Jimmy asintió, riendo. "Parece que estamos en medio de una batalla de agua improvisada".

Despues de un ultimo vistazo al mar, decidir que era hora de volver al apartamento. Caminaron juntos por la playa, riendo y charlando mientras el sol comenzaba a ponerse en el horizonte. Llegaron al apartamento, donde rápidamente se quitaron la ropa empapada y se envolvieron en toallas.

"Mira el lado positivo", dijo Jimmy mientras se secaba el cabello con una toalla. "Al menos no tenemos que preocuparnos por mojar nada en el departamento".

Tracey sonrió y asintió. "Eso es cierto. Además, hemos tenido un día lleno de risas y diversión, a pesar de las sorpresas del mar."

Decidieron descansar un rato y ponerse ropa seca antes de continuar con su fin de semana. Mientras se relajaban en el sofá del apartamento, miraron por la ventana hacia el mar, ahora más tranquilo. La tarde iba llegando a su fin, pero su espíritu aventurero y su conexión seguían tan fuertes como siempre.

"¿Sabes qué?" Dijo Tracey con una sonrisa, "Incluso con todo este agua, estoy seguro de que ni una gota podría apagar la alegría que siento cuando estoy contigo".

Jimmy le devolvió la sonrisa y la abrazó. "Lo siento, pero creo que el mar ya se encargó de esa parte. Pero estoy de acuerdo, nada puede apagar lo que siento por ti."

Ambos Rieron y se divirtieron estando unidos.

bajo las estrellas de beberly hills Where stories live. Discover now