Esta no es la historia de una damisela en apuros. Esta es una historia de una princesa que se enfrentó a muchas personas con tal de obtener lo que deseaba y lo que era suyo por nacimiento.
Esta es la historia de una hermana, a la cual le arrebataro...
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—Quiero que me digas qué es lo planeas —pedí.
Tenía a Jessica sentada frente a mí en el salón de mi casa. Estaba acompañada por Alex, Sabrina, X y Laura. Ella había llegado para volverlos invisibles y que pudieran ver el lenguaje corporal de Jessica mientras Alex entraba en su mente.
—Pensé en provocarle un ataque al corazón.
—Miente —me dijo Alex mentalmente —. Recuerda que mamá nos dijo que hizo un juramento con Alfonso. Averigua sobre eso. No me trago esto de que siga viva luego de intentar matarlo.
—Maldita sea. Lo había olvidado.
—Estoy buscando en su mente algo que pueda ayudarnos.
—¿Está grabando la conversación?
—No, pero su memoria es muy buena. Ten cuidado con lo que le dirás. Cualquiera que pueda leer su mente podría ver esta conversación.
—Si tienes un plan, ¿por qué quieres mi ayuda?
En realidad quería saber por qué quería involucrarme, pero hacer ese cambio en las palabras la haría sospechar.
—Necesito estar con él y que nadie sospeche —. No pude evitar levantar mi ceja izquierda —. Ahí está el problema; nunca están solos. Si no son tus hermanos, es Scott.
—¿Y los guardias?
—Como solo la familia puede entrar, no miran hacia dentro. Se enfocan en que nadie extraño ingrese. Dejando eso de lado, puedo provocarle un ataque al corazón. Se me ocurrió ir durante la noche a cuidarlos y cuando nadie esté viendo, hacerlo. Fingiré estar dormida en el sillón de la habitación.
—Miente sobre matarlo, pero lo demás es verdad. No entiendo —. Asentí con mi cabeza varias veces para darle a entender a Jessica que estaba procesando su plan —. Van a fingir su muerte
—Tendremos que matarlo esta noche.
—Perfecto.
—¿Ya sabes cuándo lo harás? —le pregunté a Jessica.
—No sé cuándo hacerlo.
—Busca en su mente si hay más aliados tratando de matarme —pedí.
Concentré mi mirada en el suelo. Tenía que darle tiempo a Alex.
—Creo que podrías hacerlo esta noche —sugerí luego de unos cuantos segundos.
—Es una buena idea. ¿Eso significa que me ayudarás? —preguntó con esperanza. Mi rostro seguía igual de serio que al inicio.
—Solo ellos están metidos en esto.
Era lo que necesitaba escuchar para terminar con esa reunión.
—Voy a quedarme con mis hermanos esta noche, para que no se preocupen por nuestros padres.
