5.

936 124 126
                                    

No recordaba la última vez que había visitado este lugar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No recordaba la última vez que había visitado este lugar. Las blancas paredes adornadas únicamente con los diplomas y el suelo de madera. Reconocí el aroma del incienso de lavanda que mi tío usaba para relajar a los niños.

Poco a poco, los niños comenzaron a llegar y cuando eran las tres en punto, teníamos a quince niños frente a nosotros.

Cuando me vieron, comenzaron a lanzarme miraditas asustadas y susurraban entre ellos. Era extraño ver a la princesa heredera en su clase. Además de que no luzco muy amigable a simple vista.

—Muy bien, niños. Hoy tenemos a unos invitados muy importantes, como podrán ver —. Comenzó a decir Verónica, mientras daba vueltas alrededor de ellos. Al mismo tiempo, Scott repetía las palabras de su hija, pero en lenguaje de señas para un niño sordo. Poco después de que yo naciera, mi padre lanzó una ley educativa para que se enseñase lenguaje de señas en todas las instituciones. Pasó a ser un conocimiento obligatorio junto a los primeros auxilios —. ¿Saben quién es la chica de cabello negro?

—¡Sí! —gritaron todos al mismo tiempo.

—Es la reina —dijo un niño pequeño, tendría unos cinco años de edad.

—No, aún es la princesa —dijo una niña mayor, de unos diez años más o menos —. El 2 de noviembre será su coronación —agregó con una linda sonrisa, orgullosa de saber y decir las cosas correctas sobre mí.

—Exacto —le dije a la niña, con una sonrisa igual a la suya —. Aún no soy reina, pero el día de mi cumpleaños lo seré. ¿Saben cuál es mi nombre? —pregunté mientras miraba a todos los niños.

—¡Isabelle Belfante! —dijeron muy emocionados y con razón, eso sí que lo sabían bien.

—¿Y nosotros estamos pintados o qué? —preguntó X, exageradamente, para hacerlos reír, cosa que consiguió sin mucho esfuerzo.

—Te callas —le ordenó mi prima, siguiéndole el juego.

Los niños comenzaron a reír y nosotros sonreímos ante su reacción.

—Siempre eres tan amable, Vero.

—Pero ella no fue amable —dijo una niña rubia delante de nosotros.

—Fue sarcasmo, linda.

—¿Y eso qué es? —preguntó otro niño.

—Pregúntale a algún adulto —respondió X creyendo que el tema estaría acabado, pero no. El niño volvió a abrir la boca, seguramente para preguntar a alguno de nosotros. Así que agregó: —Que no esté en este salón.

Scott tuvo que intervenir, antes de que algún niño hiciera un berrinche.

—Sigamos. Izzy y sus amigos nos ayudarán a entrenar el día de hoy —anunció mientras yo iba a buscar las vendas para nuestras manos —. Primero nos verán y luego lucharán entre ustedes. ¿Entendieron?

El reinado del DragónWhere stories live. Discover now