Capítulo 22: A flor de piel parte 2

82 26 124
                                    

XII - II

Todos mis tíos ya estaban reunidos en la sala de estar; el mayordomo servía bebidas a todos y yo tenía que limpiar mis manos sudorosas con mi pantalón a cada rato

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Todos mis tíos ya estaban reunidos en la sala de estar; el mayordomo servía bebidas a todos y yo tenía que limpiar mis manos sudorosas con mi pantalón a cada rato.

—Bueno, familia, los reuní aquí porque hay un asunto muy importante que debemos tratar —comenzó mi padre cuando todos teníamos ya nuestra bebida en mano—. Esta mañana vinieron a nosotros los padres de un compañero de mi hijo y nos dieron una fatal noticia. Al parecer, la guerra por la que tanto temíamos está más cerca de cuanto pensamos. —Todos a mi alrededor se vieron los unos a los otros con las caras contraídas y el ceño fruncido—. Esta mañana nos dieron la noticia del primer infectado de vampirismo.

La tensión cayó sobre todos los que escuchábamos a mi padre, incluso sobre mí de tan solo imaginarlo. Mi tío Mateo exclamó un «¿¡Que!?» y los murmullos inundaron la habitación.

—Sabemos bien que esto significa que pronto la realidad del mundo en el que vivimos saldrá al descubierto y esos malditos chupasangres ya no temerán a revelarse. Esta es una clara premisa, familia, un anuncio de guerra.

Toda mi «valiente e inquebrantable» familia estalló en preocupación. Lo supe por sus rostros y el modo cómo algunos se rascaban el cuello, el temblar de manos de varios y el sudor frío que caía en el rostro de otros. No iba a negar que yo estaba el doble que todos ellos.

—¿Qué vamos a hacer? —exclamó con la voz desesperada mi tía Emma.

—El rey no piensa detenerlos, no cree que sean amenaza suficiente, así que, sí, nos espera algo duro, pero no tanto, no se preocupen. De momento, igual, todos vendrán a vivir a esta casa, hay suficientes habitaciones para cada uno, vamos a reforzar el terreno ya sin tener cuidado de guardar las apariencias, de todos modos, pronto lo sabrá medio mundo. Vamos a estar unidos para combatirlos.

—¿Y si vamos y matamos a ese infectado? —sugirió mi primo Leo y sentí una punzada en el estómago.

—¿Es que acaso le temes a enfrentarlos de una vez por todas? —cuestionó mi padre y mi tío Mateo dirigió una mirada severa a mi primo.

—No, tío. Estoy de acuerdo con lo que usted decida.

—Así será entonces. A partir de mañana, todos ustedes se instalan aquí. No voy a permitir que nadie de mi familia salga herido.

No pude evitar la aversión que sentí de saber que viviría bajo el mismo techo que todas estas personas; pero, si era como mi padre lo planteaba, si en verdad se desataba la guerra por la que tanto se habían preparado, supuse que no tendría cabeza para reparar en ello.

Oliver me visitó, como prometido, minutos luego de reentrar a mi dormitorio. Se sentó en la cama a mi lado y me regañó en cuanto reparó en su táper intacto.

—¿No te gustó?

Me sentí fatal de inmediato. Con tanto en la cabeza, comer fue lo último que se me cruzó a lo largo del día.

Preternatural - Volumen 1-2 (Corona Carmín & Mal Augurio) Where stories live. Discover now