Capítulo 05: Némesis.

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V

Desperté por la mañana del siguiente día siguiente, mi espalda dolía y mis ojos se me cerraban a la fuerza

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Desperté por la mañana del siguiente día siguiente, mi espalda dolía y mis ojos se me cerraban a la fuerza. Mi padre entró a mi dormitorio poco después de que me estirara y humedeciera mi mente de lo que había acontecido la noche anterior.

—Bueno, Lisandro, anoche decidí por primera vez ser comprensivo y entenderte ¿Sabes? Creo que debo empezar a adaptarme un poco a ti, pero eso no quiere decir que tú no puedas hacer un esfuerzo por cambiar a cambio —Algo me decía que me manipulaba, que no hacía sino disfrazar sus palabras; pero el hecho de escuchar por primera vez así a mi padre me hizo querer creer que lo decía en verdad—. Tú serás el mejor brujo de la familia, tú debes superar a nuestra competencia de toda la vida, los Dalton.

«¿Espera qué?» Estaba seguro de que el apellido de Julián era Dalton, pero me negaba a concebir que fuesen el mismo.

—¿Dalton dices?

—Así es, nuestros némesis —se rio—. No somos enemigos con Federico, pero ambos sabemos que nunca podríamos comer en la misma mesa sin discutir y alegar por quien fue y todavía será el mejor cazador de vampiros. De hecho, él tiene un hijo de la misma edad que tú, Lisandro. Creo que se llama Julián.

En ese momento, confirmé que lo que mi padre decía no era en vano. En efecto, luego de que cumpliera mi mayoría de edad, todo mi mundo cambiaría a como lo conocía.... todo.

—Él es quizá unos meses más grande que tú ¿Cómo lo ves? Hasta embarazamos a nuestras esposas por las mismas fechas —soltó una risa escandalosa—. En fin, confió en ti, Lisandro, en que sabrás proteger las tradiciones de esta familia. ¡Oh! Y una cosa sí te aclaro, Lisandro Winter: por nada del mundo, puedes hablarles a tus mejores amigos sobre esto.

Esto era injusto ¿Mi única familia no se podía enterar de mi verdadera identidad?

—¿Puedo preguntar por qué?

Tenía tanta información por decodificar que había de admitir que me sorprendía poder seguir la conversación.

—Bueno, es que este es un tema que solo se trata entre la alta sociedad del mundo y los gobiernos, Lisandro. Es una forma de evitar una guerra y contagiar a toda la humanidad de miedo. Y las reglas son las reglas, así como la regla de que todos vivamos una vida de mundanos antes de nuestra mayoría de edad y descubrir nuestro verdadero camino.

Nada de lo que decía me hacía sentido. Me parecía enfermo.

—Pero... los que desconocen esto... están expuestos ante ellos ¿No es así?

—Hacemos lo que está en nuestras manos, arriesgamos nuestras vidas y aumentamos nuestras riquezas. Ellos, algunos son protegidos, otros son el precio por la contención de una guerra.

—Eso no me suena bien, papa —admití.

—Sí... también supuse que lo dirías. Pero debes comprender que, si quieres tener seguros a tus mejores amigos, debes hacer lo que te digo. Pasado mañana empezará tu entrenamiento en Esótria, nuestra legendaria academia de magia. Ni pienses que me creo eso de que no tengas poder.

Cuando mi papá se marchó, quedé con un laberinto de confusión en mi cabeza y un sentimiento de carga en mis hombros ¿Esótria? Ya no quería decepcionar más a mi familia, pero lo volvería a hacer. Respecto a mi avistamiento en el bosque, no dije nada a ninguno y no sabía la exacta razón, tal vez porque no quería alarmarlos o tal vez porque me amedrentaba lo que podrían hacer de enterarse.

—No te preocupes, Lisandro, cuando me tocó, también estuve asustado —comentó James en la mesa mientras cenábamos. Posó su brazo sobre mi nuca y continuó—: Debes tener en cuenta que llevamos esto en la sangre. Tú también, somos brujos y cazadores por naturaleza ¿No es así, pá?

—Por supuesto, debieron haber visto a su abuelo cazar ipotanes ¡Todo un espectáculo! —«¿Ipotanes?».

A ambos les brillaban los ojos con la simple mención de la caza, mi madre solo reía y hacía patente su emoción sobre el tema. Yo no pertenecía aquí. Quizás aún era demasiado pronto para afirmarlo, pero no era un cazador como ellos, no podía concebirlo.

El siguiente día fue un poco más tranquilo que los últimos dos previos a mi cumpleaños. No significaba, sin embargo, que no hubo drama. En la ceremonia de graduación, pasó lo que jamás imaginé: Julián me había visto, una mirada en especial para mí. Mi corazón se aceleró al tiempo que nos diseccionamos los rostros, no duró mucho; pero fue lo suficiente como para tenerme el resto del día sonriente. Al irnos a comer los cuatro con mi familia, tuve la energía hasta para integrarme a las conversaciones y bromear, ellos atribuyeron mi felicidad a mi graduación y me felicitaron, pero no tenían ni idea.

Ya en mi dormitorio, pensé en lo que mal que había sido celebrar mi graduación en tanto que, por mi culpa, Alexander seguía desaparecido. Pero a la vez no es que había estado en mis manos, mi padre había movido todo para que saliera ya de este ciclo escolar de una vez por todas, asimismo le siguieron todos los de las familias de altas sociedades, por lo que, en efecto, mis mejores amigos aún no se graduarían hasta que el caso de Alexander se esclareciera un poco más, como debía ser.

Entretanto veía al techo, no pude evitar evocar esos comentarios que oí muchas veces en el colegio: «solo eres un estúpido niño privilegiado». Sí lo era, y lo peor de todo, me sentía desdichado. Mi familia también tenía razón al llamarme malagradecido.

El sonido de mi teléfono me desconectó de mis pensamientos. Me giré para revisarlo y el mensaje que me encontré me dejó atónito. Era Julián:

«Hey, ¿qué tal?, ¿cómo te cayó la noticia?».

Por supuesto, primero recurrí a mis mejores amigos. Escribí en el grupo la noticia y ellos de inmediato corrieron a responder.

—Cállate los pies ¿Qué te escribió? —Se apresuró a textear Isabela.

—Nos cuentas ya —Le siguió Liam.

Sentía mis mejillas arder y les mentí al decirles que me había felicitado por la graduación. Ellos me incitaron a responderle ya, y así lo hice.

—Oh, hola. No muy bien la verdad, pero ahí vamos ¿Qué hay de ti?

No mentiré, primero pensaba decirle que estaba asustado y que no me sentía capaz, pero luego recordé y caí en cuenta de que sus únicas intenciones eran conocer a su enemigo; ya que en eso nos habían convertido nuestros padres. Envuelto por la oscuridad de mi dormitorio, bloqueé el teléfono y lo lancé a mi pecho; el sonido del mensaje de Julián llegó a los minutos.

—¿Te parecería salir mañana?

Pese a todo lo dicho con anterioridad, me imbuyó una emoción que me causó saltar en la cama. Fuese la relación que fuese, al menos, lo conocería y hablaría con él.

Se lo conté a mis mejores amigos y, así como yo no lo creía, tampoco lo hicieron ellos.

Acepté. 

N/A: Holitaa

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N/A: Holitaa. Solo escribo por aquí para preguntar ¿qué tal les va pareciendo la novela? Siempre estoy dispuesto a aceptar retroalimentación y opiniones. Gracias a quienes la leen, los tqm y que pasen un lindo día. <3


Preternatural - Volumen 1-2 (Corona Carmín & Mal Augurio) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora