Los bebés eran muy frágiles, un mal agarre al cargarlo y podrían tener daños permanentes.

—Como... ¿Cómo viven si son tan frágiles? —preguntó Kimimaro mirando con un poco de horror su estómago abultado.

—Son muy frágiles, por eso las madres deben llevarlos en sus úteros para que se desarrollen a un nivel aceptable y sobrevivan —asintió Elise acariciando su gran barriga.

—... —Kimimaro miró fijamente a Elise y casi hizo un puchero de confusión.

—Las mamás alimentan a sus bebés de sus cuerpos, cuando están dentro de su útero, los bebés en desarrollo se alimentan de porciones de lo que come la mamá —Elise siguió acariciando su vientre abultado.

Sentía que estaba cerca, como que algo iba a pasar dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes.

—¿Cómo parásitos de los Aburame? —preguntó el albino curioso.

—Eh... si... si lo quieres decir de una manera un poco más... oscura —balbuceó Elise.

—¿Pero eso no te hace daño? ¿Qué tengas un parasito que se alimente de lo que tú comas y de ti misma? —el albino frunció el ceño.

—Los bebés no son tan malos, son algo natural, algo que toda mujer puede dar a luz —habló suavemente Elise—. Los cuerpos de las mujeres están diseñados para traer vida, pero es su elección hacerlo o no —Elise miró a Kimimaro suavemente—. Algunas mujeres quieren ser mamás y otras no, yo quiero ser mamá a pesar de todo lo que implica serlo.

—¿Es muy difícil?

—Lo es —admitió Elise—. Entre el cambio de hormonas, los cambios físicos, el agudizamiento de los sentidos, el peso adicional, cansancio, mareos, entre otros, es difícil estar embarazada —no iba a negarlo, ser madre puede ser una experiencia tan bonita y fea a la vez—. Pero quiero hacerlo, quiero sostener entre mis brazos a mi bebé y verlo crecer ante mis ojos.

—...

—Eso no significa que te deje de querer —agregó Elise—. No tuve la oportunidad de verte ser bebé y pasar por todos los primeros procesos de desarrollo de tu infancia, pero estaré ahí para ti de ahora en adelante, te veré crecer, te cuidaré y te alentaré hasta el último de mis suspiros.

—¿Cómo cuando me fuiste a dejar a la academia...? —preguntó Kimimaro y Elise le sonrió en grande con los ojos brillando intensamente.

—Sí, ¿Te acuerdas que nos tomamos una foto y todo? —el niño asintió— Intentaré documentar esos procesos importantes para ti, porque, aunque no pude con los primeros años, puedo tener recuerdos valiosos de ti y tu crecimiento.

—Oh... —Kimimaro miró a Elise y ladeó la cabeza ligeramente frunciendo el ceño y llevándose la mano al mentón—...Crees... ¿Crees que seré un buen hermano...?

—Mientras des los mejor de ti, serás el mejor hermano que Kagami pueda querer —habló suavemente Elise y acarició las pálidas mejillas del niño—. En este mundo no hay nada perfecto y nadie nos enseña como ser los mejores en algo, lo cual varía en gran medida de a quien le preguntes. Pero si quieres ser un gran hermano mayor, debes saber que solo debes hacer cosas tan básicas, como tratar a tu hermanito como otro ser humano. Escucharlo cuando habla, ayudarlo cuando le es muy complicado algo, señalarle cuando comete errores y enseñarle qué puede hacer para mejorar y no volver a cometer esos errores, consolarlo cuando esté triste, pasar tiempo de calidad con él haciendo alguna actividad que ambos disfruten, como jugar, pasear, ir a comer algo por allí...

—... —Kimimaro meditó las palabras ligeramente y acarició con delicadeza el vientre de Elise, temiendo dañar al frágil ser vivo en su vientre hinchado.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now