Capítulo 12.

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-Ya ha pasado un año –murmuró Helen.

-Lo sé – repuso el doctor Simmons.

- ¿Y?

- Pues he de comunicarle que hoy le será posible salir, mas muy a su pesar, no escapar. Estará vigilada constantemente, acompañada en todo instante. Vaya, no desperdicie el tiempo. La espero aquí, en mi consulta –Helen se puso en pie - ¡Aguarde un segundo! Le daré una libreta y un bolígrafo. Apunte en ella todo lo que vea y cualquier sentimiento que le produzca. En su regreso analizaremos la respuesta.

- Está bien – aceptó ella.

"T" encadenó sus pies y le dedicó una afable sonrisa. La sujetó del brazo y la dirigió hacia la puerta, la cual fue abierta.

-Hasta la vista, Helen. Disfrute de su rato de excarcelación –se despidió el psicólogo.

Caminando por pasillos eternos y sombríos, era incapaz de articular palabra alguna. Aquel hombre de ojos claros, cabello oscuro y tez morena era apuesto, lo suficiente como para que la atención de Helen fuera depositada en él. ¿Se estaría enamorando? Boberías, desde luego no era su tipo.

Luz, al fin hallaba la claridad tras una ventana.

- Salgamos –dijo "T".

La puerta se abrió. ¿Qué veía? Un vivo color verde en la hierba, un resplandeciente azul de un río y del cielo, el ardiente amarillo del sol y un puente de madera que conectaba ambas orillas.

Helen se aproximó al riachuelo apreciando su reflejo. ¡Qué sorpresa! Pese a sentirse negligente, omitida, se veía realmente cuidada. Su pelo cepillado, su ropa renovada, un precioso vestido blanco de seda... Seguidamente se observó a sí misma. Su vestuario correspondía a la imagen plasmada sobre el rio.

- Apunte –sugirió el hombre. Ella acató escribiendo:

* Río, puente, árboles, hierba, libertad, sol, cielo, nubes, paz, melancolía *

De repente, una melodía la alcanzó. ¿De dónde provenía? Era embaucadora, la guiaba hasta la otra orilla. Deteniéndose a escasos pies del puente, advirtió un piano siendo tocado por una niña, la cual la observó y se detuvo. Era Juliette, su pequeña. Esta se puso en pie perpleja.

-¿Ma- mamá? – preguntó. Helen asintió - ¡¡Mamá!! –exclamó fuertemente la chica, que a paso veloz se acercaba a ella. Helen se propuso  correr hacia su hija, aunque las cadenas que enlazaban sus pies se lo impedían. Justo en el instante en el que Juliette se disponía a atravesar el puente, este desapareció.

- Ven conmigo, Juliette – ordenó un hombre con bata blanca, quien la sujetaba de la mano. Ambos caminaron en dirección opuesta.

-¡¡No!! – vociferaba Helen mientras caía de rodillas al suelo –Mi niña... - decía al ritmo al que lloraba desconsoladamente -¡¿A dónde se la llevan?! ¡Devuélvanmela! –clamaba y clamaba.

Juliette se giró, contemplando en la lejanía a su madre, rota de dolor. La chiquilla, sin embargo, le dedicó una sonrisa y le dijo:

-No te preocupes mamá, estaré bien. Te quiero.

- Y yo a ti, mi vida –repuso, pero desafortunadamente, esta respuesta no llegó a oídos de la niña, quien apenas se podía distinguir en el horizonte.

Irguiéndose, asió la libreta y el bolígrafo y anotó:

"He visto a mi niña, mi pequeña. Esta sensación no se puede describir con palabra alguna, pues siento una tristeza inmensa por su ausencia. Sin embargo, sus palabras me han inspirado felicidad, aún desconozco el motivo"

- Vayámonos ya –ordenó a "T" –He acabado.

·          

- Así que afirma haber divisado a su hija– Articuló el doctor Simmons a la paciente.

- Sí – afirmó ella.

- Tocar el piano – expuso el hombre.

- Sí – confirmó Helen.

- ¿La melodía le resultaba familiar? – inquirió.

- No, ¿debería?

- Quizá sí... o quizá no. De todas formas, prosigamos. ¿Presenció a un doctor?

- Supongo.

- Imagino que sería el doctor Levine. No se inquiete, él la está cuidando correctamente. ¿Logró mantener algún contacto físico con su hija?

- No –negó –El puente despareció.

-¡¿Desapareció?! –cuestionó asombrado el psicólogo.

- Eso ocurrió.

- Pe- pero... En teoría debería usted haber podido... Está bien. Conversaré con el doctor Levine. Hasta la vista, señora Bradbury, mañana la cito aquí de nuevo.

Helen abandonó la estancia.


PALABRAS  OLVIDADAS //#PGP2016//Where stories live. Discover now