Viaje al Festival de la Flor Espiritual

La desarmada Sarah Fortune- Las gemas de las voluntades vinculadas

A diferencia del despacho de Sarah, en la sala de navegación se encontraban los controles del sistema Hex principal del barco. Era mucho más amplia que la sala del capitán además que las paredes eran de una aleación metálica que se fusionaba con los tableros de controles de la nave. En el centro yacía una amplia mesa para diez integrantes de la cual se proyectaban mapas de forma vertical. Jinx se maravilló al ver tecnología de punta por primera vez, pues habíamos evitado desde el principio que encontrara este lugar a menos que fuese absolutamente necesario.

Cuando entramos, estaban de pie Sarah, Rafen, Savahné, Victoria, Lacinia, Jointy y Julius. Este último era un híbrido entre humano y vastayo con unas raras orejas de gato en combinación de un pelaje color grisáceo como su cabello lacio corto y alborotado, el cual, nunca salía de la sala y junto con Jointy, coordinaban la ingeniería y los diferentes sistemas de barco, pero Julius estaba más especializado en magia y tecnología Hex. Jinx no se contuvo por la emoción y estuvo a punto de agarrar las orejas de Julius porque le parecieron "lindas" (las mujeres suelen ser atraídas por ellas) el vastayo esperando completamente esa reacción, tomó sus manos y con una mirada de profunda y dura frialdad la empujó un poco.

—Ni se te ocurra.

—Jinx esto es importante, toma asiento aquí—le dije indicando el lugar con unas palmaditas en el asiento, ella solo resopló malhumorada se puso a Carapescado entre las rodillas y se dejó caer de forma brusca y desparramada.

—Los mandé llamar para tomar decisiones—comenzó Sarah tomando el lugar principal en el extremo de la mesa—esta tarde Jinx observó un submarino de Glasc espiándonos. El radar no lo detectó por alguna especie de tecnología zaunita. Pero Julius logró probar con otros tipos de onda y dimos con una versión aproximada de su aspecto.

Una imagen tridimensional y holográfica de aquella nave subacuática apareció sobre la mesa. Se podían apreciar los detalles y los bordes característicos de las creaciones de la empresaria más preponderante de Zaun.

—Si, eso definitivamente es de Glasc.

—Jinx retomando un poco lo que me dijiste. quisiéramos saber más sobre la tal Renata Glasc por favor.

—¿Más? ¿Cómo qué? ¿Qué come y de qué come? Le gusta el pez frito y come y brinda con los Piltovianos por robar ideas principalmente de los ingenuos en Zaun...

—Y algo que no sepamos. ¿Qué clase de armamento quiere y por qué estaría interesada en seguirnos?

—Antes de que conteste, quiero expresar que no dudo que Renata esté aliada con Jayce y juntos busquen a Jinx por el atentado al Hexgate—se aventuró a opinar Lacinia.

—Podría ser pero Glasc no se embarca en misiones sin un fin lucrativo, además, la última vez que los vi juntos no se llevaban nada bien—apuntó Rafen.

—En realidad Jayce solo es un tonto por confiar en Renata, tienen un juego que juegan sucio ambos—dijo Jinx, con el tono melodioso que tenían las chismosas y metiches de los barrios.

—¿y les robaste algo?

—¡No saabes cuanto les he robado!, pero hice algo que Glasc se muere por saber que es.

—¿Qué quieres decir?—preguntó Sarah intrigada, al igual que todos.

—¡Uuuyyy!—exclamó Jinx llevándose la muñeca a la cabeza en un gesto actuado de desagrado—Esa señora es un completo dolor de cabeza, parlotea sobre el desperdicio de talento, que debería ponerme a trabajar, que podríamos ser millonarias juntas. Así que un par de veces me dejó regalitos y con ello hice un mega misil intercontinental.