treinta y nueve

1.9K 193 141
                                    


Ya en casa del policía, ambos estaban con el portátil de este viendo todos los comentarios que ponía la gente en la publicación que había hecho hace unos minutos Iván sobre la mafia.

Ambos sabían que al día siguiente, Iván tenía que tomar la decisión de aceptar la propuesta de Rodrigo, o seguir con su vida. El problema era que si decía seguir con su vida, eso implicaba que debería tratar de detener a Rodrigo y llevarlo preso, e Iván sabía bien que tal y como estaban las cosas actualmente, no iba a ser capaz de eso.

— ¿Querés que prepare unos cafés? -Preguntó el policía-

— Dale lindo, te espero acá.

Ante esa respuesta, Iván se dirigió a la cocina para preparar dos cafés, también aprovechando ese momento para pensar un poco en las cosas. Realmente se estaba planteando aceptar la propuesta de Carrera.

Por la otra parte, Rodrigo seguía leyendo algunos de los comentarios, cuando sin querer clicó un botón que no debía, terminando en una carpeta en donde Iván tenía varios ficheros, nada importante, excepto por uno que llamó la atención del ojiverde.

Había un fichero con el nombre de "Rodrigo Carrera", en un principio no debería ser algo raro, puesto que Iván lo había estado investigando en el pasado, el problema era que Rodrigo nunca le llegó a decir su nombre real al policía, y este fingió todo el tiempo no saberlo...

Con miedo, Rodrigo entró al fichero, y dentro de él había todo tipo de información personal suya, información que no había manera de que Iván pudiese tener. Carrera estaba completamente seguro de que no había dejado ni una sola pista en ninguno de sus asesinatos anteriores, jamás había dejado un rastro que lo pudiese identificar, no tenía sentido que el policía tuviera todos esos datos suyos, a menos que... no, no podía ser... Iván no sería tan sucio como para hacer algo así.. pero no había otra explicación.

Una lágrima silenciosa descendió por la mejilla de Rodrigo al darse cuenta de lo que eso significaba. Iván había aprovechado su única debilidad, había aprovechado el momento en el que le suplicó por ayuda para salvar a su mamá, y a partir de encontrar los datos de su progenitora, había sacado toda esa información sobre él, además de que todo ese tiempo en el que trabajaron juntos se lo había estado ocultando.

Justo en ese momento, Iván apareció en la sala con dos tazas humeantes d café. Al ver a Rodrigo así se asustó.

— Eu, Carre ¿todo bien? -Preguntó-

— Iván... ¿m-me puedes explicar que mierda es esto?

Iván se acercó rápidamente al portátil, y al ver lo que había en la pantalla, palideció. No tenía nada que decir, era su culpa.

— Carre... y-yo... -Balbuceó en un intento de explicar algo que no tenía explicación-

— No Iván, tu nada -Se levantó de la silla, enfadado- Es más ¿Por que me sigues llamando Carre? Si total, ya sabes mi nombre real -Las lágrimas no dejaban de descender por sus mejillas-

Iván no sabía como arreglar todo eso. Es cierto que en un principio se había aprovechado de la debilidad de Rodrigo, pero no pensaba hacer nada con esa información, después de pasar tiempo con él había terminado desarrollando cariño por el ojiverde, le gustaba, pero la había cagado.

— Rodrigo por favor... dejame explicarte... -Suplicó Iván-

En ese momento, una punzada de dolor llego al pecho de Carrera, no se suponía que la primera vez que Iván le llamara por su nombre iba a ser en esas circunstancias. Y aún así, se odió por pensar que su nombre sonaba extremadamente bonito cuando era pronunciado por los labios del policía.

— ¿Que mierda me querés explicar? -Preguntó exaltado- ¿Me vas a decir que no me usaste? ¿que no te aprovechaste de que te rogué por ayuda para así sacar información de mi mamá y después de mi? ¿me vas a negar eso?

Iván no podía negar eso, sería estúpido tratar de negarlo.

— N-no, es cierto que eso es verdad... pero...

— Pero nada Iván -Le interrumpió- Al final la culpa es mía, nunca debí confiar en vos, pero me gustabas tanto que me convencí de que eras diferente, pero al final resultaste ser como el resto de policías, escoria que solo se aprovecha de los demás para el beneficio propio, nunca debí confiar en un perro del gobierno...

Iván había empezado a llorar, aunque sentía que no tenía el derecho de hacerlo.

— Rodrigo...

— Me siento tan estúpido en estos momentos, mientras yo te confié mi mayor debilidad, mientras iba cayendo en ti... vos solamente me usaste, me seguiste los besos, me hiciste creer que también sentías algo por mi... pero en realidad solo estabas buscando el momento perfecto para llevarme preso

— N-no, eso no es así Rodrigo, d-déjame explicarte

— No me mientas Iván -Rodrigo no podía dejar de llorar- Como ya dije, la culpa de todo esto es mía, nunca tuve que confiar en un policía, vos solo hacías tu trabajo, al final, acá el único pelotudo que estaba enamorado era yo... dios, incluso te propuse cambiar mi vida de delincuente para trabajar juntos, que iluso fui -Dejó salir una risa irónica-

Iván bajó la cabeza, eso no era cierto, Rodrigo no era el único que sentía cosas por el otro, pero en esa situación no se sentía con el derecho de recriminar nada...

— Me voy a ir de acá, Iván, vamos a volver a lo de antes, vos no vas a cambiar tu vida por mi, y yo tampoco lo voy a hacer por vos, así es como debería haber sido en un principio...

El ojiverde se dirigió a la puerta del departamento de Iván, con intenciones de irse.

— Y por si te lo preguntás, no, no le voy a hacer nada ni a vos ni a tu familia, por que a diferencia de vos, mis sentimientos si eran reales, y yo no voy a caer tan bajo para hacer algo así, hasta nunca Iván -Y cerró la puerta de un portazo-

El departamento de Buhajeruk quedó en silencio, solamente se podía escuchar la respiración irregular de este mismo debido a las lágrimas.

"Mierda, Rodrigo va a seguir con su vida de delincuente, y todo por mi culpa" "Yo lo pude haber sacado de ahí" "Podíamos haberlo hecho bien, juntos"

Eso era lo único que pasaba por la cabeza de Iván en esos momentos.

Pensó en salir corriendo detrás de él, en tratar de explicarle, pero no iba a servir de nada, había dañado al ojiverde, todo era su culpa, había dañado a la única persona que realmente había querido en lo que llevaba de vida.

Esa noche, por segunda vez, Iván se quedó dormido debido al cansancio de las incontables lágrimas que caían por su rostro.







﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌

Hasta aquí el capítulo treinta y nueve

Perdón por esto, pero era algo que ya tenía planeado que pasara desde que empecé a escribir esta historia.


Cualquier error o sugerencia que tengáis, siempre son bienvenidos, mientras sea desde el respeto.

Gracias por leer <3

serial killer [rodrivan]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن