serial killer [rodrivan]

treinta y cinco

Después de eso, Iván no quiso seguir pensando más en el tema, por el momento era suficiente, ya tendría tiempo de pensar más adelante. Así que concentrándose en la tranquilidad y el calor que emanaba el cuerpo de Rodrigo debido a la cercanía, trato de dormirse.

A la mañana siguiente, Rodrigo fue el primero en despertar, sonriendo al darse cuenta de que ambos habían dormido abrazados.

No sabía en que momento exacto había empezado a sentir cosas por el policía, solamente sabía que quería tratar de hacer bien las cosas con él, por muy difícil que esto fuera. Aunque para eso obviamente iba a necesitar que Iván pusiera también de su parte.

A pesar de estar despierto, no se movió para no despertar al pelinegro, pero tampoco le sirvió de mucho, ya que unos minutos mas tarde, sintió como este se removía en la cama, indicando que acababa de despertar.

— ¿Iván? ¿Estas despierto? -Preguntó con voz ronca debido a que no hacía mucho que se había despertado él también-

En respuesta, Buhajeruk se giró, quedando cara a cara con Rodrigo. El ojiverde, al ver el rostro adormilado del contrario, no pudo evitar acercarse a él y dejar un tierno piquito en sus labios, para luego volver a abrazarle, Iván era tan tierno recién levantado que no lo podía evitar.

El mas alto, al no estar acostumbrado a recibir muestras de cariño, no sabía como reaccionar, así que simplemente le devolvió tímidamente el abrazo.

Minutos después, ambos se levantaron con pereza, pero debían ir a la sede para que nadie sospechase nada. Así que se alistaron rápidamente para dirigirse a aquel lugar.

Durante el día no hicieron mucho, simplemente se dedicaron a cargar y descargar cosas, y si en algún momento tenían un rato libre, Rodrigo aprovechaba para acercarse a Iván y compartir algunos besos tímidos.

Al no haber sido rechazado directamente por el policía, Carrera se tomó la vía libre de poder besarlo y ser cariñoso con el cuando se le diera en gana, capaz que así conseguía que finalmente Iván aceptase que también sentía cosas por él.

Por otra parte, Iván se había pasado todo el día pensando en que a pesar de que sabía que estaba mal todo aquello, estar así con Rodrigo se sentía demasiado bien, tanto que incluso llegaba a asustarle.

Después de estar todo el día trabajando en la sede, ambos volvieron a sus casas, esta vez Rodrigo no se quedó en la casa de Iván, ya que este necesitaba un tiempo a solas para pensar bien en todo lo que había sucedido recientemente.

Una vez que Iván entró por la puerta de su casa, sin Rodrigo acompañándolo, cayó de golpe en la realidad. Se dio cuenta de lo que estaba empezando a sentir y el por que eso estaba mal por obvios motivos.

Lentamente se dirigió hasta su habitación y se sentó al borde de la cama. Necesitaba aclarar sus pensamientos, si todo iba según lo planeado, al día siguiente en la cena al fin terminarían con todo lo de la mafia, lo que significaba que deberá volver al caso con el que estaba antes, el caso de Rodrigo, el problema era que dadas las circunstancias, no se veía capaz de poder continuar con el caso. A pesar de todo, Iván seguía siendo alguien que se tomaba en serio su trabajo, y obviamente no iba a aceptar seguir con un caso para el que no estaba preparado mentalmente, y siendo sinceros, Buhajeruk no estaba en condiciones para seguir con el caso del asesino, más que nada por que no iba a ser capaz de ser imparcial, lo cual iba a hacer que todo se fuese todavía más a la mierda.

Pensó en delegar el caso a otro de sus compañeros, pero sabía que ninguno era lo suficientemente capaz como para llevar algo así a cabo, además, lo peor de todo era que tampoco quería que alguien fuese capaz de continuar con ese caso. Por extraño y contradictorio que pudiese llegar a parecer, la verdad era que para ese momento, Iván no quería que nadie llegase al fondo de eso, por que por mucho que odiase admitirlo, no quería que Rodrigo terminase en la cárcel. Si, al mismo asesino que en el pasado había llegado a odiar y desear con todas sus fuerzas que terminase en cadena perpetua, era al que ahora no quería ver entre rejas.

Obviamente todo eso tenía una explicación, y ya no tenía caso negarlo, Iván había caído ante Rodrigo, realmente gustaba de él.

Dejo caer su cuerpo contra el colchón, suspirando frustrado al finalmente admitir sus sentimientos.

Volvió a pensar en la propuesta del ojiverde, la de trabajar juntos. Cada vez que lo pensaba, sonaba menos descabellada aquella idea, además si aceptaba, Rodrigo dejaría de matar a personas, el problema era que no estaba seguro de si realmente quería arriesgarse así. Era cierto que gustaba de Rodrigo, pero no sabía si tanto así como para dar un giro entero a su vida.

También pensó en su trabajo, a él realmente le gustaba su oficio, le gustaba sentir que hacía algo bueno por la sociedad, aunque bueno, después de todo lo que estuvo pensando la noche anterior, ya no estaba seguro de si realmente lo que había estado haciendo se podía considerar justicia...

Y después de mucho tiempo, Iván sintió como lágrimas descendían por sus mejillas. No sabía cuándo había sido la última vez que había llorado así, con tanta intensidad y desesperación.

Era realmente frustrante darte cuenta de que todo lo que habías considerado justicia, en el fondo no era tan justo como pensabas, y peor aún era, cuando habías dedicado la mayor parte de tu vida a esa "justicia". Iván se sentía inútil, sentía que había desperdicio años de su vida. En ese momento odiaba estar lejos de su familia, eran en situaciones como esa en las que necesitaba de un consejo de su mama, o que al menos estuviera allí con él para escucharle.

Después de la frustración, le llegó el miedo. Él se estaba replanteando el dejarlo todo atrás para tratar de crear una nueva y verdadera "justicia" junto a Rodrigo, pero... ¿y si el otro solo lo estaba usando para beneficio propio? No es que no confiase en el ojiverde, simplemente la inseguridad estaba ahí. Al final de todo, Rodrigo era un delincuente, podía estar perfectamente utilizando a Iván para salirse con la suya y después dejarlo tirado. Aunque... después de todos los besos y reacciones por parte del petiso, dudaba que fuese a hacer algo así, pero el miedo seguía ahí.

Más que nada, tenía miedo por la simple razón de que si él dejaba todo atrás, y luego resultaba que Rodrigo lo había estado utilizando, se quedaría sin nada, no solo tendría que pasar por el dolor de haber sido engañado, sino que obviamente no iba a poder volver a su trabajo. Por otra parte, Rodrigo lo tenía más fácil, él siempre podía volver a su vida de delincuente.

Así que, con lágrimas secas en sus mejillas, y deseando desde lo más profundo de su corazón que los sentimientos de Rodrigo hacia él fuesen reales, Iván se dejó guiar por el cansancio y terminó dormido.

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Hadta aquí el capítulo treinta y cinco

Perdón si este cap ha sido un poco aburrido, pronto se viene la acción.

También anunciar que he publicado una nueva historia, por si quieren ir a leerla, se llama "chico problema" y esta en mi perfil <33

Cualquier error o sugerencia que tengáis, siempre son bienvenidos, mientras sea desde el respeto.

Gracias por leer <3