↬𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐𝟏𝟎.ೃ࿐

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Desde que llegó no dejo de golpear su pie contra el piso, desde que se sentó para ser más exactos, pero la ansiedad la sintió desde el primer momento que leyó el mensaje de un número desconocido, que lo citaba a las diez de la mañana afuera del cementerio.

Era un mensaje de Jungwon.

No sabe cómo hizo para conseguir su número, pero sabe que eso es lo último que le preocupaba ahora, ya que anduvo bastante alterado desde que se fue ayer con una sonrisa, como si todo estuviera bien cuando nada estaba bien.

Ayer trajo a Yuna porque ella también quería ver a unos familiares, no se podía negar, para Jay no tenía nada de malo, pero cuando tuvo a su izquierda a Jungwon y a su derecha a Yuna llegando corriendo, todo en su pequeño mundo se descompuso, tanto que hasta sintió unas inmensas ganas de desmayarse en ese momento.

Pero nada lo alteró más que ver a Jungwon darse la vuelta para dejarlo solo, porque sí, tenía a Yuna esperando a sus espaldas, pero por alguna razón no la quería a ella, quería a Jungwon, quería pasar ese momento desgarrador con su primer amor, hijo de las personas que estaba visitando, pero por alguna razón las palabras que le dijo lo golpearon tan pero tan fuerte, que le hicieron darse cuenta que su novia seguía ahí con él, sin embargo, su terco corazón solo quería a una persona.

Solo a una persona.

-Hyung...

Tuvo que hacer desaparecer sus abrumadores pensamientos y levantar la mirada apenas reconoció de quien era la voz, "Hyung", Jungwon solo lo llamo de esa manera los primeros años que se conocieron, pero por alguna extraña razon desconocida, queria escuchar su nombre y las pocas veces que lo hizo durante estos complicados días, algo dentro su pecho vibró tan satisfecho, que se contuvo en decirle que lo llame con su nombre hasta ahora.

Y por mucho que no quisiera distraerse con la simple presencia de Jungwon, ahora mismo se le estaba complicando de una manera hilarante, sus ojos viajaron por toda la anatomía del chico delante de sus ojos, parecía nervioso, tímido, como aterrado, pero tierno y el clima no parecía estar a su favor, no cuando una suave brisa golpeó su cabello castaño, haciéndolo ver tan malditamente hermoso.

Pudo haberse quedado horas mudo, quieto y sin palabras, solo admirando la presencia de Jungwon, pero tuvo que tragarse un jadeo de sorpresa cuando este se sentó al lado suyo casi de manera sorpresiva, siendo eso suficiente para volver a la realidad y rogó tanto que no se haya notado lo perdido que quedó cuando le hablo.

-Me alegra verte- los ojitos de Jungwon parecian hablar con el, Jay podia notarlo, al parecer estaban tranquilos pero con un deje de nervios, penso que era normal -¿Cómo te fue ayer?...

-N-No se como describirlo presisamente, solo se que llore mucho- respondio sabiendo de que trataba la pregunta, el menor le preguntaba sobre el momento en el sementerio, cuando tenia delante la tumba de los señores Yang -sin embargo, me gustaria saber todo, si no te molesta claro...

Jungwon asintió, transmitía un aura tan tranquila, bastante diferente a los que le demostró los anteriores días donde huía de él como si fuera peste y eso lo obligó a pensar, ¿Qué mierda había pasado?, desde ayer que el menor vio a Yuna llegar, esta comenzando a sonreír y actuar de manera extraña.

Algo no andaba bien con Jungwon.

-¿Te parece caminar?- con eso dicho, el menor pega un salto y se levanta de la banca, esperando a que el contrario lo imite, por lo que Jay se levanta segundos despues del destello que le provoco la ternura de Jungwon.

Entonces entraron por la entrada principal, Jay pensando como la actitud del contrario puede cambiar de un día para el otro, mientras que Jungwon se preparaba mentalmente para la charla, hablar de sus padres suele ser fuerte y casi nunca lo hace, pero sabe que le debe una explicación a la persona al lado suyo.

⌊Mʏ ᴏɴʟʏ Lᴏᴠᴇ⌉  •JayWon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora