Todo fue casualidad

Llorar y lasaña casera?

Hoy es el día, me toca ir a la comida con todos los compañeros de Unai. Siendo sincera me hace mucha ilusión, sobre todo ver a Amaiur, por que me ha escrito, que me tiene que contar algo. Pero no me lo ha querido decir, así que tengo muchísima intriga.

Llegamos Unai y yo y lo primero que me entero. Es que después de la comida se van a Barcelona, por que juegan contra el barca y que mañana vuelven, a si que Unai me ha dicho que para pasar tiempo juntos, que me quede en su casa para según llegue del partido, ya estar juntitos.

-Maddiiiiii- Me grita Williams, lo que me hace gracia.

-Queeeeee.

-No, nada es que te tenemos que hacer el interrogatorio y por cierto. Muchas gracias por el mote de donsimon.- Me dicen y Unai les mira mal.

-Valeee, vamos allá y de nada.- Les digo, entre risas.

-Cómo conociste, a este zoquete de aquí.- Me pregunta Iñi.

-Nada pues me choque con él en la calle, le llame de todo por que fue un borde y luego nos encontramos en la discoteca.- Les cuento.

-Qué bonito todo y como le aguantas, porque madre mía.- Me dice, Nico Williams.

-Oyeeee.- Se queja Unai.

-A ver, es un poco pesado, pero bueno es aguantable.

-Que sepas, que el día que iba a cenar con tus hermanos, casi se muere.- Me dice, esta vez Iñaki Williams.

-A ver, al final ir a cenar con 3 tíos, que te quieren medio matar.

-Comoooo 3.- Me dicen, a lo que asiento.

-A que ahora, me entendéis- Dice Unai.

-A ver, sin más hay que entender a mis hermanos. Al final han sido un poco mis padres, entonces pues claro. Me defienden a muerte osea yo les debo todo, gracias a ellos empecé en el fútbol y fui a la universidad y de todo.

-Osea, que juegas al fútbol- Me dice Amaiur.

-Bueno, a ver jugaba pero bueno si.

Después del interrogatorio y una muy buena comida. Ellos se fueron al aeropuerto y yo me fui a casa de Unai, a estudiar para el examen de recuperación.

Llevaba toda la mañana estudiando y cuando eran las 2 de la tarde. Decidí intentar hacer algo rico, para comer por que cocinar, la verdad que no es mi fuerte. Ayer en el partido perdieron 4-0 la verdad. El partido fue penoso, pero bueno todos tenemos días malos. Por eso he decidido intentar que Unai se relaje, aunque sea un poquito.

Mientras estoy en la cocina, escucho un golpe que distingo como la puerta al cerrarse. Vamos, que creo que está más enfadado de lo que yo pensaba.

-Holaaaa, que tal???- Le pregunto lo más alegre posible y solo con ver su cara, intuyo que esto no va ir muy bien.

-Pues mal, como crees que voy a estar.-Me dice, super seco y enfadado, cosa que me cabrea, pero intento tranquilizarme y entenderle.

-He hecho lasaña para comer.- Le digo, orgullosa por que me ha costado hacerla.

-Vale, yo no voy a comer.- Me dice, pero lo malo es que parece, que la culpa la tengo yo.

-Mira, una cosa te voy a dejar clara. Habéis perdido, habéis jugado mal, pero ya está que no se va a morir nadie. Lo habéis intentado pero no ha sido suficiente, el próximo partido seguro que mejor. Porque los únicos que tienen que llorar en serio, son los pobres aficionados que han hecho un esfuerzo, tanto económico como de todo. Para ir hasta Barcelona, a ver esa mierda que hicisteis. Pero a que no os dijeron nada los aficionados de verdad, como yo tampoco te lo he dicho.- Le suelto, desesperada. Para que entienda que no se va a morir nadie, ni nada.

-Si pero es que es entrar a cualquier lado y lo único que veo, es que soy una decepción que no voy a ir con la selección, ni pagando y a si todo el rato y si tienen razón que.- Dice medio llorando, lo que hace que se me rompa el corazón, porque nadie se merece eso. Le abrazo fuerte y él esconde su cara, en el hueco de mi cuello.

-Unai escúchame, te voy a decir una cosa y quiero que me escuches. A la gente que nos importas, no nos pareces una decepción porque no lo eres y no solo has jugado tu. Habéis jugado 11 en ese campo y por lo que sea no ha salido y lo de la selección, tu te crees que un seleccionador, solo va a pensar en un partido, para llevarte o no pues ya te lo digo yo no. Así que deja de llorar, que a este paso lloro y encima he hecho lasaña. También te digo igual morimos envenenados, pero la intención es lo que cuenta no.- Digo, lo que hace que se ría.

-Eso es, así me gusta sonriendo.- Le digo lo que hace que sonría más.

-Menos mal, que te tengo que sino.- Me dice, mientras me da besitos por la cara.

-Y yo a ti y normalmente, la verdad es que eres buen portero y todo ee.- Digo y nos reímos los dos .

-Oye, que tengo ganas de comer esa lasaña.- Me dice, pero yo la verdad es que no tengo fe ninguna, en que esté buena.

Vamos a la cocina y sacó la lasaña, que bueno mala mala pinta no tiene. Corto dos trozos y le doy el primero a Unai, para ver que opina. La prueba y pone una cara de que está malísimo, así que pregunto.

-Unai, dime la verdad esta malo?

-No hombre, no, podría estar mejor, pero no.- Me dice, con una cara de que como de un bocado más vomita, lo que me hace gracia.- De que, te ríes.

-De ti, que me digas que está mal. Si, como le des otro bocado, vas a vomitar. -Lo pruebo y no esta malo, esta malísimo.- Unai por dios, tira eso si esta malísimo, vamos a pedir pizza.

-Bueno, si, está malísimo. Pero me daba pena decírtelo.- Me dice, mas moni.

-No te preocupes, por eso no me vas a romper el corazón.- Le digo y nos reímos.

Pedimos unas pizzas, que si estaban buenas y después de comer, bien nos pasamos toda la tarde, dándonos mimitos.

Nota de la autora:
Holaaaa e vuelto. Gente guapa espero que os guste el capítulo y intentaré no desaparecer.

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