Todo fue casualidad

Decorar?

Ayer llegué tarde a casa y justo estaban todos, mis padres también, en el salón. Todos saben que estoy con Unai, pero solo ellos, nadie más lo sabe. Se ríen un poco bastante de lo enamorada que estoy, pero también están contentos de que Unai me trate bien. Aunque mi madre quiere que lo presente en casa. Yo siendo sincera, me hice un poco, la loca no lo voy a negar, todo a su debido tiempo.

Hoy a la mañana me e levantado y tenia un mensaje de Unai, en el que me decía que los hijos de sus primos, habían pedido regalos en su casa y que no tenía ni árbol, a si que a ver si le acompañaba a comprarlo y vamos, no me fio de que este compre algo bien, ni loca. Pero siendo sincera me parece super bonito lo que va a hacer, por esos niños.

Salgo de casa corriendo, como siempre. Me monto rápido en el coche de Unai y vamos hacia un chino, porque es donde más cosas hay con diferencia, para poder elegir entre más variedad.

Una vez llegamos, vamos directamente hacia los árboles de navidad, me hace gracia ver a Unai. Hay poca gente en el sitio, pero para que no lo reconozcan lleva un puf, tapándole un poco, sin que llegue a ser muy sospechoso.

Me hace muchísima gracia, ver la frustración de Unai, porque según él no hay ningún árbol perfecto. Aunque yo creo que hay como 2200 árboles distintos, me parece impresionante ver tantos árboles, en tan poco sitio.

-Vamos Unai, que a este paso el árbol lo pones en junio.- Le digo quejándome, por que no conozco persona tan indecisa, o exigente depende de como lo mires.

-Maddi, déjame. Que las cosas buenas, hace falta hacerlas con tiempo.- Me dice para hacerme rabiar, yo ruedo los ojos dramáticamente. Me doy cuenta, de que está mirando algo demasiado fijo y antes de yo poder contestar, habla.

-Es ese.- Miro hacia donde está señalando y veo un árbol enorme, medirá dos metros y medio por lo menos, en una casa normal no entraría, pero en la suya si. Tengo que decir que, el árbol es precioso.

Una vez que ha escogido el árbol, vamos con un carro enorme, hacia la zona de los adornos, hay muchísimos adornos donde elegir. Me siento como una niña pequeña en las barracas.

-Maddi, que opinas de estas bolas.- Me dice enseñándome unas bolas de un color dorado, que no me gustan nada.

-Unai por dios, son horribles. Encima son hasta un poco chonis.- Después de un rato bastante largo y unas cuantas discusiones, tontas. Acabo saliendo con la mía y nos llevamos lo que a mi me gustaba, unas bolas decoradas plateadas y rojas y muchísimas cosas más, porque ese árbol es enorme.

-No se como lo haces pero siempre te sales con la tuya.- Me dice Unai, para vacilar.

-Hombre, que esperabas, si siempre tengo la razón.

Llegamos a su casa y que suerte que tiene ascensor. Porque subir todo eso iba a ser imposible, Unai vive en un ático enorme, en el centro de Bilbao. No me quiero ni imaginar lo que cuesta.

Estuvimos 2 horas montando el árbol. Porque si a él le gustaba, a mi no me gustaba o al revés y como los dos somos muy cabezotas, hasta que no nos hemos puesto de acuerdo. No hemos parado.

Unai se ha ido a enchufar las luces y se supone, que yo tengo que poner la estrella arriba. Pero por cuestiones obvias de estatura, no llegó a ponerla por mucho que yo lo intente. Unai viene de encender las luces y ya si, que si, solo falta la estrella.

-Maddi, agárrate fuerte.- Y antes de lo esperado, ya me había subido encima, de los hombros.

-Unaiiiiiii.- Le gritó, por el susto que me da.

-Cállate y pon la estrella.

-Ya esta.- En cuanto pongo la estrella. Sin querer, me muevo lo que hace, que Unai se desestabilice y nos caigamos hacia atrás. Con la grandísima suerte de que estuviera el sofá detrás. En cuanto nos caemos, empezamos a reír muchísimo.

Estamos un rato riéndonos y cuando paramos de hacerlo, Unai se levanta y me levanta a mi también. Pone el móvil en un mueble, mirando hacia el árbol.

-Unai, me explicas que estás haciendo, es que no entiendo.

-Pues estoy preparando el móvil, para sacarnos unas fotos.- Me dice y me parece muy kuki.

-Vale, pero para qué??.- Pregunto, simplemente por curiosidad.

-Na, para tener el recuerdo, de nuestro primero de muchos árboles de navidad.- Si, es que es, mas mono que nada.

Nos hacemos muchísimas fotos, que si de espaldas, que si el cogiéndome aúpas y sin duda mi favorita, una en la que salimos mirándonos con una mirada, de amor mutuo y otra muy bonita también, besándonos.

Nota de la autora:

Me paso para dejaros un capitulo navideño aunque se han pasado las navidades. Que tal os eta yendo la vuelta a clase la mía un poco caos pero bueno. :)

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