— Realmente amo las vacaciones—murmuró Sarah sonriendo.
Estábamos acostados en el pasto, en el jardín de mi casa, habíamos acabado de desayunar, y decidimos descansar y pasar la mañana platicando.
— Nadie jamás te va a contradecir en eso — le contesté sonriendo.
Sarah tenía el rostro hacia el cielo con los ojos cerrados, y yo aprovechaba el momento para observarla. ¿Cómo era posible que cada día me pareciera más linda que ayer?
Suspire resignado, ¿Por qué no era capaz de ver a Sarah solo como una amiga? Se supone que yo debía ser para lo que ella necesitara, un hermano, un amigo o una pareja, así como Claire y Quil. Quil amaba profundamente a Claire, pero la amaba como su hermanita porque, por supuesto, era lo que Claire necesitaba. Entonces, ¿Qué fallaba en mí?
Sarah abrió los ojos, y me descubrió mirándola, de inmediato me volteé la mirada al cielo, haciéndome el desentendido.
Escuché una ligera risa de Sarah, antes de que se levantará y se sentara con las piernas cruzadas.
— Oye Seth...— murmuró despacio— tú y yo tenemos una plática pendiente—
La miré un poco extrañado, al igual que ella me levante y me senté.
— ¿Una plática pendiente?— repetí haciendo memoria.
— Sí— contestó ella mirándome fijamente — aún no platicamos de lo que paso ayer en el supermercado, cuando casi me robas un beso—
Abrí los ojos, sorprendido. No uno, mil colores se me subieron al rostro en ese momento.
—Yo...yo...— tartamudeé avergonzado — pensé que ni siquiera te habías dado cuenta—
Sarah se rio.
— Me hago la tonta Seth, pero no lo soy. Claro que me di cuenta — luego de unos momentos agregó— Seth ¿Aún te gusto? —
Más directa no pudo ser, me sentí acorralado, ¿Qué debía contestarle?
En realidad, entre tantos secretos como lo eran: mi condición de licántropo, la manada y la imprimación, hablar de mis sentimientos era lo más sencillo. Claro, la imprimación tenía que ver en mis sentimientos, pero, entendía que en algún punto, eran cosa aparte, ella siempre me había gustado.
¡Al carajo! Pensé luego de unos segundos. Al menos en este tema sería sincero con ella:
— Sarah, hace tiempo que no me gustas— ella entornó la mirada, dudando por completo de mi respuesta. Tome una bocanada de aire antes de confesar —Yo estoy enamorado de ti Sarah, para ser honesto lo estoy desde la primera vez que viniste. Y, me atrevo a decir que... creo... creo que te amo Sarah—
Fue el turno de Sarah para ponerse de mil y un colores, Me miro unos segundos atónita, antes de desviar la mirada avergonzada.
— Ah...— fue lo único que dijo, y yo me reí.
BẠN ĐANG ĐỌC
La Profeta | Seth Clearwater
FanfictionTodas las imprimaciones Quileute están acompañadas de una buena chica, un amor eterno y un final de boda. Parecía que Seth Clearwater no sería la excepción cuando se imprimó de Sarah, una divertida y aventurera joven que decía quererlo. Pero no te...