Capítulo 15

290 31 11
                                    

Verdadera apariencia

No recuerdo cuando es que me quedé dormida. Abro lentamente los ojos, los siento pesados, agotados. Veo a As frente a mí durmiendo y noto lo grande que se ve.

—¿Siempre fuiste así de grande? —susurro

—¿Juliette? —lo veo abrir los ojos. 

Sonrió al escuchar su voz ronca.

—¡Dios mío! — Se sienta asustado en la cama. 

—¿Qué sucede? —observo su expresión confundida.

—¿Si eres Juliette?

—¿Qué? —carcajeo ante la pregunta —¿estás muy dormido o qué?

Niega— Te ves como una pequeña de nueve años.

Ladeo la cabeza confundida 

—No pude ser —grito nerviosa. —Ya lo recuerdo

Me levanto asustada y me paro frente al espejo.

—As, no es lo que crees. Osea sí pero no.

—Yo, desee a una niña de nueve años, estoy mal, voy a que me golpeen por pervertido. 

—Espera —rio —No actúes tan precipitado —Me acomodé a su lado y con mis pequeñas manos tomé su rostro. —No eres un pervertido, aunque no sabía que me desearas de esa forma. 

—Ahora solo puedo pensar que eres una chiquilla y quiero vomitar, me doy asco. 

—As, tranquilo —susurro aun tomando su rostro —Soy mayor que tú —me acerco a su oído —si quieres puedo verme así. —Sonrió dejándolo ver a la Juliette adulta. 

—Esto está mal, estoy muy confundido, ¿que eres? No eres normal. Escuchar la mente de otros bueno puedo llegar a entenderlo, pero que cambies tu apariencia es demasiado extraño, no puedo. 

—Lo siento, curarme, me dejo sin fuerzas y por ello me viste como pequeña y no podré mantener esta apariencia mucho más, estoy agotada hace mucho, no usaba mis dones. Lamento que me hayas visto así y confundir tu corazón. 

Él alejó mis manos de su rostro. —Yo necesito tiempo para asimilar todo esto. 

—¿Quieres que te cuente todo lo que recuerdo?

—No, por favor no salgas de este cuarto hasta que puedas mantener tu antigua apariencia. Nadie puede verte si se dan cuenta no sé qué pasaría. 

Su mirada era tan fría, mi corazón se sintió extraño, dolía me faltaba el aire.

Lo tomé de la mano, pero no volteó a verme —No me odies —supliqué. 

As con suavidad quitó su mano y se fue.

Me senté en la cama y comencé a llorar, yo también tenía mucho que asimilar.

Como dijo mi madre, As es mi prometido, pero él no lo sabe. Solo era un bebe cuando su madre y su padre nos pidieron ayuda.

Ahora, porque tuve que cambiar de apariencia justo ahora, volví a verme al espejo. Literalmente era una chiquilla. 

Un tiempo después de quedarme sola tocaron la puerta del cuarto y me escondí bajo la cama.

—Juliette, soy yo —As entro con una bandeja. 

—Deja eso por ahí y vete. 

—¿Dónde estás?

—No quiero que me veas más así. No quiero que te dé asco verme. 

—No es que me des asco tu Juliette eso es imposible, eres hermosa y adorable. Me doy asco yo a mí mismo por tener pensamientos sucios con una pequeña de nueve años. 

—Te dije que no tengo nueve años —hable molesta. —Tengo ciento cincuenta, en todo caso la pervertida soy yo. —suspiro 

—¿Ciento Cincuenta? —lo veo pasear por el cuarto, buscándome.

—Si

—¿Eso es posible? ¿Dónde estás?

—No soy humano As —susurro. 

Veo su rostro encontrándome y se recuesta. 

—Mira —suspira —Entiendo que eres distinta, creo. Al menos eso intento, solo deja de soltarme cosas locas, necesito tiempo para adaptarme a las que ya sé. Poco a poco, ¿sí?

—Si

—Cuando esté listo para saber un poco más de ti te aviso. Ahora sal de ahí que te traje el almuerzo. 

—No me odies —me dirijo a la mesa donde dejó la comida. 

—No te odio —sonrió. —Sabes no podré evitar tratarte como una chiquilla, eres tan tierna —apretó mi mejilla.

—¡Eso duele! —Me quejo

—Toma —me lanza un conejo de peluche —Termina la comida niñita, nos vemos mas tarde, tengo que trabajar.

—¡No soy una niñita!

—¡No soy una niñita!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




JulietteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora