Capítulo 3: El conejo de la carrtera

573 74 29
                                    


Termine de usar esa esponja en mi cuerpo y salí para colocarme la camisa que me dejo él.

—Ahora que lo pienso, no sé su nombre.

Intento ponerme esa prenda rara, pero tiene unas cosas que no sé que son, esto no me abriga para nada, todo mi pecho está al descubierto, ¿le hago un nudo?

Veo el teléfono que señalo antes y voy hacia el.

—Tú puedes, viste a gente hacer esto solo tómalo y ponlo en tu oreja. —Lo hago

—Hola —dicen del otro lado.

—Ho-hola, ¿está el señor que me trajo aquí?

—¿Hablas del jefe?

—esta mocosa rescatada—oigo sus pensamientos

—Sí, hablo de él. ¿Dónde está?

—Ocupad, ¿querías algo más?

—se cree que le diré que está al final del pasillo su cuarto, quien se piensa que soy su sirvienta.

—Genial, muchas gracias.

Un ruido fuerte y constante suena, supongo que se fue.

Salgo del cuarto y voy hacia la última habitación del pasillo, no logro escuchar sus pensamientos y toco su puerta.

—¿Quién es? Si eres Roxanne pasa.

No soy Roxanne, pero sí, ella puede pasar yo igual.

Abro la puerta y él voltea a verme.

—Juliette ¡Que haces desnuda! —corre a cerrar la puerta detrás de mí.

—No sé cómo va esto, pensé en hacer un nudo, pero no quiero arruinar tu ropa.

Suspira

—Ven —él se sienta en el bode de la cama y me acerca tirando de mi mano.

—Intente hablar por ese teléfono, pero no quisieron contactarme contigo.

—Entiendo —comienza a cerrar la prenda. —Tendré que decirles que si se trata de ti me avisen si o sí.

—Y no quería molestarte, pero no sé cómo usar ropa, o los colores, bañarme mucho menos, escribir, leer o actuar como humano normal. Piensa en mí como un pequeño conejo que rescataste en la carretera. Tienes que enseñarme para que yo pueda hacer esas cosas, explícame.

Él sonríe y asiente. —Entiendo, tendré eso en mente conejito.

—Gracias, de verdad no quiero molestarte.

—Si sigues siendo así frente a mí, me obsesionaré contigo.

—¿Qué es obsesionarse?

Vuelve a sonreír —¿Qué edad tienes Juliette?

—No lo sé, nunca me dijeron.

—¿Te bajo la regla?

—¿A qué te refieres con eso?

—Alguna vez, ¿sangraste por donde haces pis?

—Oh, sí, cada vez que me pasa eso creo que me muero. Algo debe estar mal con mi cuerpo.

—Entonces programaré una cita con el médico para un examen general. Y tranquila, nada está mal con tu cuerpo. —Se incorpora.

Es alto,no puedo evitar hacer el rostro hacia arriba para verlo.

Besa mi frente— Ve a dormir Juliette, descansa.

—¿Puedo, dormir contigo?

—¿¡Que!? No —responde en un instante

—El cuarto es muy grande, parece que nadie me quiere aquí solo tú y es mi primera noche aquí, tengo miedo. Solo esta noche.

Me observa un instante—De acuerdo, pero dormirás en el sillón

Lo abrazo contenta—¡Gracias! —siento como sus músculos se tensan.

—Esta niña me va a hacer perder la cabeza—logro oír sus pensamientos.

Lo suelto nerviosa —Lo juro, me portaré bien.

Él asiente.

—¿Cómo te llamas? —le preguntó al fin.

—Asmodeo Costello

—No me gusta

Carcajea—Es un nombre, si quieres puedes decirme As.

—As, puedo aceptarlo.

Luego de esa conversación él me ayudó a acostarme en el sofá, me dio una manta y una almohada.

La noche se tornó aún más oscura, podía oír la respiración de As desde donde estaba y un molesto Tic... Toc... Tic... Toc... Era muy irritable, no paraba.

Me acerqué a su cama.

—As —murmuré.

Repetí la acción y como vi que no respondía con lentitud, comencé a entrar en la cama.






-Holi holi! Agradezco mucho el amor que está recibiendo Juliette y por eso aquí le dejo un cap nuevo ♥

JulietteWhere stories live. Discover now