Pero no, Jungkook no podía pedirle a Remi que lo cubriera porque Remi ya tenía el turno del cierre junto con Yoongi. Jungkook podía marcharse en veinte minutos. Pero, no estaba dispuesto a decirle eso a Mandy. Ella era como un perro con un hueso. No iba a dejarlo pasar hasta arrastrarlo a esa fiesta o hasta que él perdiera la mierda y le ordenara que se largara. Ninguna de esas dos cosas le atraía particularmente.

—Le preguntaré —mintió Jungkook.

—Yay —dijo Mandy, rebotando sobre las puntas de los pies y aplaudiendo como si estuviera a punto de estallar en una ovación. Jason puso los ojos en blanco y volvió a mirar su computadora portátil. Había estado fingiendo estudiar desde que se habían sentado, pero la verdad es que estaba vigilando a Mandy. A Jason realmente le agradaba Mandy.

Jungkook hizo toda una producción al sacar su teléfono y escribirle un mensaje de texto a Remi, pero no el que Mandy estaba esperando.


¿Puedo tomar tu turno esta noche?<<


La respuesta fue instantánea.


>>Mierda, chico lindo. Puedes tomar todos mis turnos si eso quieres.


Jungkook hizo todo lo posible por ocultar su sonrisa.


Solo voy a necesitar este. Gracias. Ah, y si alguien pregunta, siempre estuvimos programados para trabajar en estos turnos. ¿De acuerdo?<<


Entonces apareció el emoji del globo ocular.


>>¿Alguien? ¿Esa alguien sería Barbie acosadora?


La única respuesta de Jungkook fue un pulgar hacia arriba. Con eso resuelto, volvió a deslizar su teléfono en el bolsillo de su delantal y se encogió de hombros.

—Dijo que no podía, está cumpliendo años su mamá.

Mandy arrugó la cara.

—Pensé que su mamá había muerto.

¿Lo hizo? Y ¿Qué diablos sabía él?

—Tal vez se refería a existencialmente. Todos estamos un poco muertos por dentro, ¿Verdad? Quizás en otra oportunidad.

Jason sonrió detrás de Mandy, sabiendo muy bien que Jungkook estaba haciendo malabares para deshacerse de ella.

—Dices eso todo el tiempo —dijo, con voz hosca.

Y, sin embargo, tú sigues preguntando.

—Tengo que volver al trabajo —Mandy frunció el ceño, mirando alrededor de la cafetería desierta, pero él no dio una explicación, solo una apariencia de sonrisa que se desvaneció tan pronto como se alejó. Escuchó la puerta abrirse y cerrarse, indicando que se habían ido, pero no se molestó en mirar atrás.

Entró al área trasera usando la puerta lateral en el pasillo. Yoongi estaba limpiando la válvula de vapor con un paño blanco, el movimiento hacia arriba y hacia abajo era involuntariamente sugerente. Jungkook renunciaría a casi cualquier cosa por sentir la mano de Yoongi envolverse a su alrededor de esa manera.

Yoongi dejó caer el trapo, dándole a Jungkook una sonrisa torcida.

—¿Acabas de mentir para librarte de una fiesta?

M.N. (1-7)Where stories live. Discover now