26. After the fall

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–Mamá... –Alicia levantó una mano en el aire desde la camilla, su habitación estaba llena de gente. Pedro estaba a su lado de pie, con las manos en la cadera, escuchando atento a los policías, y su madre del otro lado no dejaba de decir que tenía que volver a Chile.

Lux se mordía las uñas en un rincón de la habitación y su padre permanecía sentado en el sofá junto a la ventana, parecía en trance. Pero Alicia sólo escuchaba ruido, ninguna palabra terminaba de formularse en su cerebro todavía porque todos hablaban a la vez y todos querían algo de ella.

¿A quién tenía que responderle primero? ¿Pedro estaba molesto por el dinero? ¿Cuánto habían gastado sus padres para viajar en primer lugar? ¿Y por qué no había visto todavía a Miguel?

Tragó saliva cuando todos se giraron a verla, los ojos curiosos y expectantes se posaron en ella y sintió presión, sabía también que la prensa estaba afuera y se preguntó quién le diría a los padres de Diego lo que había pasado. Llevaba pocos minutos despierta y su mente iba a mil por hora.

La puerta se abrió y Miguel entró a la habitación, parecía el más cuerdo de todos, incluso había ido a casa a ducharse después del rescate y traía flores y unos globos. Algunas miradas se giraron hacia él, Alicia sonrió.

–Miguel. –no reparó en la tranquilidad que necesitaba hasta que sus ojos dieron con los de él, no parecía desesperado y tampoco parecía que le diría que hacer, sólo encontró alivio en ellos y lo agradeció.

El moreno caminó hasta la camilla y dejó las flores en el pequeño mueble del costado antes de meterse la mano al bolsillo. Sacó unos M&M's, Alicia se rió con nerviosismo. No sabía si todavía estaba en shock o si la situación era tan surrealista, que le parecía cómico.

La pelinegra se incorporó con algo de torpeza y estiró sus brazos hacia él para abrazarlo. Cerró los ojos mientras recargaba la barbilla en su hombro levemente y lo escuchó suspirar en su oído.

Pedro observó la escena atónito, a penas había cruzado unas palabras con ella desde que había despertado. Hablaba en monosílabos y se le trababan las palabras, las enfermeras habían dicho que era normal la confusión después de un episodio como ese, pero con Miguel parecía para nada confundida y sintió un calor molesto formándose en su estómago cuando se alejó de él sonriente y con los ojos llorosos.

Eso sí que no lo había visto venir.

Miguel le sujetó una mano y le besó el dorso despacio, algo conmocionado, pero tratando de parecer tranquilo frente a ella. Su madre se aclaró la garganta desde atrás.

–No puedes comer eso ahora.

Alicia involuntariamente le lanzó una mirada asesina y sujetó la bolsa de chocolates con una mano temblorosa, si alguien intentaba quitársela, pasarían cosas.

Pedro abrió mucho los ojos, su mirada viajó de Alicia a su madre y después a Miguel, que no le había soltado la mano. Lux, que observaba la escena desde lejos, se acercó rápidamente.

–Okay, creo que algunos deberíamos dejar la habitación un segundo para que Alicia pueda hablar con la policía y relajarse.

Pedro la miró como si no supiera lo que estaba diciendo. Estaba loca si pensaba que se iba a mover de su lado.

–Lux tiene razón. –dijo ella aflojando el agarre de sus dulces. Exhaló una bocanada de aire tratando de liberar tensión y asintió hacia los policías. –Miguel puede quedarse.

–¿Estás segura? –-Pedro casi sintió el sonido de su corazón quebrándose, quería ser él el que sujetara su mano en ese momento, no Miguel. Pero Alicia afirmó y no le quedó más remedio que salir.

Rose Colored Boy [Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOWhere stories live. Discover now