-Él no está bien.
Alicia suspiró desde la cama escuchando una vez más la voz preocupada de Lux del otro lado de la línea.
Permaneció recostada boca arriba y dejó su teléfono en su estómago con alta voz para hablar. Se llevó ambas manos al rostro.
-Lux, esta es la tercera vez que me mientes sobre una emergencia.
-Es una emergencia.
-¿Está herido? -preguntó.
-No... digo, en su interior... probablemente.
-Lux... voy a colgar ¿entiendes?
-Alicia espera. -Lux chasqueó la lengua del otro lado del teléfono. -Yo... no creo que él quisiera esto realmente.
-Hablas de él como si fuera un niño. Tomó una decisión, la que consideró correcta. ¡Como adulto! -se quejó la pelinegra.
-¿Y qué pasa si se equivocó? Quizás sólo se equivocó.
-Parecía muy seguro cuando me lo dijo, Lux.
-Quizás no estaba tan seguro.
-No pienso llamarlo, ni muchos menos escribirle, ni mucho menos saber que no quiere hablar conmigo, o verme.
-Estoy segura de que quiere verte, sólo intenta convencerse de que no.
-Lux...
-Escucha, te diré esto una sola vez. Conozco a mi hermano, puedo saber lo que le pasa sólo con prestarle atención. Lo sé.
Alicia rodó los ojos de nuevo.
-Me dirás que...
-Habrá una fiesta en dos semanas, muy exclusiva. Pedro estará allí porque es un evento que tenía agendado desde antes. Puedo conseguirte un pase, vas conmigo y hablan.
-Estás loca, no voy a hacer eso.
-No tienes que volver con él si no quieres, pero... no lo sé, hablar, aclarar las cosas, sacarlo de este letargo que...
-¿Sacarlo de un letargo? -reclamó Alicia. -Fue él el que me puso en un puto hoyo, weón. -completó frustrada.
Alicia dejó escapar unas groserías mientras se incorporaba. La había puesto en un hoyo frío y oscuro... y profundo. Pensó.
-Alicia... si alguna vez sentiste algo bueno por él, si creíste que pudo haber algo... piénsatelo, ¿si?
-No hay nada que pensar Lux, no iré.
Más tarde, Alicia caminó por el pasillo del departamento de Miguel tras salir del baño y reparó en algunas fotos de su familia en México. Miguel tenía un rostro divertido cuando era niño, parecía que tenía las cejas muy arriba y eso le daba una expresión involuntaria de sorpresa todo el tiempo. Ella se rió por lo bajo antes de acercarse a la barra de la cocina.
-Entonces... tu madre nunca dejará México.
Él suspiró, pero no despegó su mirada de la pizza que estaba armando en el mesón.
-No lograré que cambie de opinión. Pero bueno, las cosas allá están mucho mejor ahora que puedo enviarle más dinero. Eso me tranquiliza.
-Siempre puedes visitarla. -Alicia se acercó al refrigerador y sacó una cerveza.
-No deberías beber eso, ahora que tomas medicamentos.
Ella se encogió de hombros.
-Sólo unas cuantas pastillas para dormir.
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Rose Colored Boy [Pedro Pascal Fanfic] TERMINADO
Fanfiction"Insisto en que no soy una causa perdida, porque he pasado por mucho. Realmente sólo puedo estar enojada, si te parece bien."