20. Billie Bossa Nova

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Alicia bajó del auto echa una furia una vez se estacionó afuera de la casa, sujetando su vestido por sobre las rodillas para caminar hacia la entrada con mayor facilidad. Las amigas de Lux se habían ido y sus tacones resonaron en el pasillo cuando atravesó la puerta y fue directo hacia la habitación de Lux para cambiarse, con intenciones de volver a casa en ese instante.

Pedro intentó seguirle el paso y dio un portazo detrás de él al entrar que hizo eco en toda la casa. Tiró las llaves al sofá y dio pasos largos tras ella, su abrigo rojo ondeando en el aire le dio un toque dramático mientras intentaba disipar su enojo e impresión. Le temblaban las manos.

Cuando se paró en el marco de la puerta Alicia se estaba quitando los tacones.

-¿En qué estabas pensando? -a Pedro se le hinchó el pecho cuando finalmente reparó en su cabello arreglado y lo preciosa que se veía con ese vestido. No podía creer que estaba allí, frente a él. Pero la angustia era más grande. -¡Todos te vieron! -exclamó apuntando hacia el suelo con un dedo y cambiando el peso de una pierna a la otra.

De pronto, Alicia logró desabrochar la hebilla de sus tacones y el zapato voló por el aire hacia él. Pedro lo esquivó haciéndose a un lado y abrió mucho los ojos, no esperando esa reacción.

-¡Te odio! -gritó Alicia, sus ojos llenos de lágrimas lo desestabilizaron y para cuando le lanzó el otro zapato este dio con un golpe seco en su hombro izquierdo.

-Alicia...

Ella se quitó los accesorios plateados de sus brazos de un tirón, al igual que los anillos y los dejó caer en la cama sin cuidado, sin considerar que costaban cientos de dólares.

-Vine porque Lux me dijo que no estabas bien. Ella... pensó que podríamos hablar.

Pedro negó desde su lugar tocándose el brazo,  la apuntó con un dedo, estaba furioso. Pero si alguien los viera desde lejos, no podría saber quien de los dos estaba peor.

-¡Después de todo lo que hice para protegerte, apareces aquí y lo arruinas!

-No te preocupes que ya me voy a casa y te dejo con tus amiguitos famosos y tu hermanita que tiene que cuidarte como si fueras un puto niño.

-No te vas a ninguna parte a esta hora. ¿Me oíste?

-No te oigo, no existes para mí. Esto fue un error. -Alicia le dio la espalda y metió con furia las cosas en su mochila, no se molestó en doblar la ropa y se limpió las lágrimas con brusquedad.

-¡No te vas a ninguna parte! Menos ahora que ya todos saben que estas aquí, ¡¿Acaso no viste todas esas fotos que nos tomaron?!

Alicia respiró hondo y se giró para gritarle otra vez.

-¡Quizás no las vi porque estaba ocupada tratando de seguirte el ritmo con este maldito vestido! ¡No puedo creer que me haya arreglado tanto por ti! ¡Eres un... un... tonto!

Pedro apretó los dientes y se acercó mientras ella batallaba intentando alcanzar el cierre del vestido en su espalda. Sus zapatos de combate resonaron en la habitación y le sujetó las manos para ayudarla.

-¡No me toques! -Alicia forcejeó y le golpeó el pecho con los puños.

-¡Basta! ¡No te vas a ninguna parte! -Pedro la rodeó con sus brazos e intentó no pisarla. La inmovilizó en un abrazo firme intentando calmarla y finalmente Alicia cedió, sollozando en su pecho.

-Te odio, te odio, te odio... -murmuró tratando de respirar. Pedro miró hacia el techo buscando algo, templanza, tranquilidad y de no pensar en los peores escenarios. De alguna forma su aroma logró calmarlo y aflojó su agarre, hundiendo la nariz en un cabello recién retocado, sucumbiendo ante su cuerpo junto al de él después de tantos días.

Rose Colored Boy [Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOWhere stories live. Discover now