9. No Time To Die

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Alicia dejó caer la mochila al piso y levantó las manos como Diego se lo pidió. Tragó saliva cuando él se alejó unos pasos y le apuntó a la cabeza. ¿Así terminaría todo? Pensó. Con un psicópata disparándole en su casa, lejos de su familia.

-¿Q-qué necesitas? -le preguntó, no quería llorar, pero el labio le temblaba incontrolablemente.

-¿Con quién hablabas afuera?

-Sólo era el vecino.

-¿Te acuestas con él?

Alicia dudó antes de hablar.

-¿Qué necesitas? ¿Por qué tienes un arma? Si necesitas ayuda yo puedo...

-No intentes manipularme. -dijo antes de acercarse de nuevo. -Eres tan bonita... -presionó el cañón contra su frente y Alicia exhaló una bocanada de aire. -No quisiera arruinar tu bonita cara.

-Diego...

-Verás... -se alejó y Alicia reparó en como le temblaban las manos y se le escaparon algunas lágrimas. -Por cosas de la vida, me involucré con gente... no muy buena.

-Tú... ¿estás en peligro?

-Se puede decir que sí.

-¿Qué necesitas? -Alicia insistió deseando que esa situación terminada de una vez, pero lo dudaba. En realidad, no estaba segura de si podría salir de eso.

-Tuve que darles mi dinero. Me quedé sin nada y aún les debo. Además, tengo que salir de este país de mierda.

-¿Quieres dinero? -Alicia no entendía, los padres de Diego tenían mucho dinero. Él la miró desde su lugar, como si supiera lo que estaba pensando.

-Mis padres me abandonaron, no quieren que vuelva. Dicen que me tengo que rehabilitar, etc. -Diego movió el arma junto a él mientras hablaba, como si fuera cualquier objeto.

-¿Cuánto necesitas?

-Seiscientos mil dólares.

Alicia no tenía esa cantidad.

-Diego... -trató de respirar tranquila mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas. Él frunció el ceño y volvió a apuntarla. No estaba en sus casillas, visiblemente drogado, con las manos temblorosas y ojeras profundas, sus ojos se llenaron de lágrimas como los de ella.

-No me hagas esto Ali. -él se acercó y le tomó el rostro con ambas manos, el arma presionando en el costado de su cabeza. Juntó su frente con la de ella. -No quiero hacerte daño.

Ella negó.

-No lo harás, pensemos en algo. Seguro podemos resolverlo, déjame... -Alicia intentó tomarle las manos, pero él se apartó.

-¡No!

-Diego, no tengo seiscientos mil dólares. -lloriqueó. Las manos del castaño frente a ella temblaron visiblemente sosteniendo el arma. -Por favor no dispares...

Él titubeó, parecía que había perdido el control de la situación, de sí mismo. Llevaba días sin dormir, escondiéndose, quedándose en la oficina para estar relativamente seguro.

Se pasó una mano con el rostro con brusquedad y volvió a sujetar el arma tembloroso.

-Diego, tranquilo. Podemos solucionarlo. -Alicia se acercó cautelosa, creyendo que podría hacerlo entrar en razón.

-No des un paso más.

-Tranquilo...

Él negó repetidas veces y respiró agitado, perdiendo los estribos disparó el arma y en esa ráfaga de segundos cuando apretó el gatillo, Alicia no supo si había decidido dispararle o si simplemente, sólo quizás, los nervios le habían hecho detonarla.

Rose Colored Boy [Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOWhere stories live. Discover now