25. Safe & Sound

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Alicia trató de escuchar la conversación que había afuera desde el interior del vehículo, le temblaban las piernas por el dolor que sentía en la cabeza luego de un par de golpes que había recibido por haber estado llorando de miedo y sintió náuseas cuando recordó que a su lado estaba sentado Diego, nunca pensó que podría llegar a odiarlo tanto.

De todas formas, agradeció que la venda en sus ojos no le permitiera verlo. 

Parecía que los dos hombres discutían sobre cómo proceder, se habían visto acorralados por la policía y no estaban seguros de si los estaban rastreando. Alicia temió que aquello les hiciera tomar decisiones... drásticas.

–¿Ali? –escuchó la voz de Diego y se sobresaltó, meses atrás había pensado que no volvería a saber de él nunca más, ahora ¿cómo olvidaría esto?

–Por favor... –susurró, además de todo, estaba cansada, tenía sed y su pecho iba a mil por la ansiedad. –No quiero que me hables.

–Es probable que me maten. –continuó él sin hacerle caso. Alicia se quedó en silencio, tensa en su lugar.

Lo odiaba, pero no quería que lo mataran esos hombres.

–¿Cómo pudiste llegar a esto? Lo tenías... todo.

–Lo sé, no tengo una respuesta para eso.

–No me importa que te maten. –mintió. –Sólo quiero que esto se acabe. Quiero ir a casa.

—Tranquila, no creo que te hagan daño. Eso dejaría... dejaría muchas pruebas y...

—No estás ayudando.

Alicia pensó que ya le habían hecho suficiente daño, no estaba segura de si podría recuperarse de eso. Si es que las cosas no se ponían peor.

Ambos se sobresaltaron cuando la puerta trasera del auto se abrió y sacaron a Alicia del vehículo de un tirón, sus pies tropezaron en el suelo y el palpitar de sus sienes se hizo más intenso.

Atenta a los sonidos, le siguió el paso al hombre que la sujetaba y escuchó a Diego desde atrás, después la empujaron hacia el suelo y sus rodillas dieron con la tierra, lastimándose.

Le arrancaron la venda de un tirón y sus ojos tardaron unos minutos en acostumbrarse a la luz. Estaban en la orilla de una carretera casi desierta, pero desconocía donde exactamente. Se preguntó si su cuerpo acabaría tirado allí, sin vida.

—Ya tenemos el dinero y tu novio está en camino. —dijo el sujeto. Alicia quiso aliviarse, pero sólo podía pensar en lo mal que podría terminar todo.

El hombre después se dirigió hacia Diego con una mirada severa.

—En cuanto a ti... No podemos dejar cabos sueltos.

Diego permaneció en silencio, no queriendo enfrentarlos. Su vida ya no tenía mucho sentido después de todo lo que había pasado y todo lo que había hecho para terminar allí.

—Ya nos fallaste muchas veces.

Alicia tragó saliva cuando el hombre sacó un arma de la parte de atrás de sus pantalones y lo apuntó. Exhaló una bocanada de aire y cerró los ojos.

Sintió náuseas por la impresión y se sobresaltó cuando sintió una mano levantando su barbilla. El hombre había puesto su atención en ella otra vez.

—Mírala. —dijo. —Ella no quiere verte morir.

Alicia respiró agitada, deseando que todo terminara pronto, nunca había deseado algo con tanta fuerza.

—Después de todo... deberías odiarlo.

—-Sólo hazlo y termina con esto ya, o quieres que la policía te encuentre cabrón. —Diego tensó la mandíbula desde su lugar, estaba listo, si eso significaba que Alicia finalmente saldría de esa situación de mierda.

Rose Colored Boy [Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOWhere stories live. Discover now