𝐴𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑢𝑛 𝑏𝑒𝑠𝑜.

609 69 215
                                    

Advertencia: Escena de celos.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
















——¡No puedo! —Grite poniendo una mano en sus labios, Rusia se detuvo y me miró atento.

——¿Cómo? —Pregunto aún con mi palma en su boca.

——No quiero qué esto sea así; no me lo tomes a mal, pero, te conozco de tres semanas, no sé mucho de ti y seguramente estas confundiendo la amistad con algo más romántico.

Explique rápidamente tratando de no tartamudear.

El albino se limitaba a mirarme en silencio sin expresión alguna, sus ojos estaban atentos a mi postura.

Sentí como sonrió y con delicadeza tomo mi mano alejandola de si mismo.

—Estoy seguro que lo que siento por ti es más que una simple amistad, incluso podría decir que mi amor por ti va más que de lo platónico. Te conozco lo suficiente como para saber que eres la luna que ilumina mis noches. —La tranquilidad por como hablaba me dejaba congelado.

Sus dedos recorrían el dorso de mi mano con una suavidad inalcanzable.

—Pero, ¿Cómo sabes que eso es amor?

Cerré mi mano contraria en puño ante la frustración.

Estaba consiente que mis sentimientos hacia Rusia eran diferentes a los que tenía con cualquier otra persona.

—Porque a mis ojos eres lo más bello que he visto, pareciera que eres un pedazo de paraíso exclusivamente para mí, y solo tú haces mi a corazón anelarte por la eternidad.

Sentía mis ojos lagrimear.

Él sabía expresarse de una manera tan linda, me causaba un cosquilleo en el vientre. ¿Esas son las llamadas mariposas?

—Sin embargo. —Lo mire cuando volvió a hablar, sus ojos estaban iluminandos—. Entiendo tu posición al no tener nombre para tus sentimientos, después de todo apenas nos conocemos. Así que me limito a expresarte el que me gustes.

Me regalo una de sus pocas sonrisas.

—Entonces, ¿no esperas una respuesta a tu declaración?

Cuestione con un rubor en mejillas.

—Нет, yo tengo más tiempo en conocerte a diferencia de ti, por lo que dejaré que aclares tus pensamientos y cuando estés listo tendré una respuesta.

Mis ojos comenzaron a lagrimear, era tan tierno.

—Oye, no quiero que llores por cosas tan tontas como estas. No puedo creer que te pongas sentimental por esto.

Con su dedo pulgar limpio las gotas qué empezaban a resbalar en mi rostro.

—... ¿Cómo puedes llamarlo «tonto»?, se trata de lo que sientes. —Conteste entre hipidos, tallaba mi rostro con el dorso de mi mano en un inútil intento de detener las gotas saladas.

𝐸𝑙 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑝𝑢𝑐ℎ𝑎 𝑦 𝑒𝑙 𝑙𝑜𝑏𝑜 𝑓𝑒𝑟𝑜́𝑧.Where stories live. Discover now