dirty laundry | yoonmin

031

Narración especial: D-Boy.

(♡)

Escuché sonido blanco en la sala acompañado del sillón siendo movido. Eran las tres y media de la mañana, y por lo cual con toda la flojera del mundo me puse de pie con la finalidad de ver qué era.

No había forma de que pudiera identificar algo incluso si el televisor daba vaga luz a la sala, pero había algo extraño en toda la situación.

Tras un par de pasos, una mano se posó en mi abdomen desnudo y supe al instante quién era, girándome sorprendido para mirarle.

—¿Jimin? ¿Qué haces aquí?

Vi su sonrisa y siseó para que me callara. Su mano apretó mi muñeca y me empujó a la pared. Me quedé paralizado por un par de segundos y sus manos me tomaron de los hombros. Fue bajando poco a poco hasta que sentí sus manos frías acariciando mi abdomen.

—¿Estás bien? —pregunté— Jimin... no entiendo qué estás haciendo.

—¿Por qué me amas? —fue dulce, pero había algo extraño— Deberías odiarme —metió las manos debajo de mi pantalón de pijama y tragué saliva.

—¿Estás borracho?

—No, estoy en mis cincos sentidos, mi amor —su lengua jugó con la piel de mi cuello—. Espera, te pondré duro para hacer esto más fácil —me masturbó lentamente y lamió con fuerza mis clavículas.

—J-Jimin, ¿seguro que no consumiste algo raro?

—No. ¿Aún sigues mal por ser un asco? ¿Aún te duele que me sea imposible amarte?

Sentí un nudo en la garganta y saqué su mano de mi pijama— ¿Qué?

—¡No! —encajó sus uñas en mis hombros y puso su frente contra la mía— Eres una mala persona, es por eso que jamás voy a estar a tu lado de nuevo. ¿Nunca te has dado cuenta lo pésima que es tu personalidad? ¿No pensaste que es imposible que alguien quiera hacer algo más que golpearte?

—Me estás haciendo daño —apreté los dientes y sus uñas se clavaron más en mi piel.

—Entonces empújame. Golpéame. Acaba con mi vida.

—No estoy entendiendo —me mareé y él infringió más dolor a mi cuerpo—, nada de nada.

—Tú acabaste con mi pureza. Me arruinaste ¿sabes? Yo era más de lo que has merecido en toda la vida. Satisficiste tus necesidades con mi cuerpo porque era inocente y no comprendía.

—¿Hice eso? —mi voz se quebró.

—Sí, tú eres el culpable de esto. ¿Por qué tenías que joderme de esta forma? Debiste alejarte de mí si sabías que solo acabarías matándome.

—¿Y-Yo te maté?

—En demasiadas maneras.

—No... —sollocé— ¿Por qué dices que hice esas cosas? Jamás me dijiste que me detuviera, incluso lo pediste... te he hecho el amor...

—¡Mientes! —gritó— ¡¿Por qué crees que yo querría que tus asquerosas manos me toquen?! ¡Me has hecho llorar todo este tiempo de pura repulsión!

—No entiendo... n-no...

Soltó mis hombros y sentí mi cabeza girando levemente, acompañada de una gran punzada, el sonido de algo romperse y la sangre bajando a borbotones de mi nariz.

—¿Por qué me golpeas? —me sentía ahogado y mi voz era frágil. No quería empujarlo, ni defenderme. Aunque realmente es que no me importaban sus golpes, no me dolían.