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—♡—

Apreté con fuerza los párpados y tras abrirlos intenté mirar a Yoongi. A pesar de que mi visión estaba totalmente borrosa por las lágrimas, sabía que estaba sonriendo.

Quería decirle que parara, pero no podía hablar. Había una mordaza en mi boca que no me dejaba ni llorar cómodamente. Realmente quería venirme.

Ahogué un sollozo y me retorcí. La sensación de estar al borde del orgasmo se volvió más fuerte y una ola de calor se extendió por mi cuerpo.

Escuché su risa— ¿Tan desesperado? Llevas sólo tres horas y media.

Giré mi cabeza hacia él y jalé mi brazos con desesperación, haciendo que mis muñecas se lastimaran. Ni siquiera me importo, estaba hecho un desastre. Mi cuerpo estaba totalmente tenso y tenia muchas muchas ganas de golpear a Yoongi.

Estaba seguro de que mi rostro estaba rojo. No podía dejar de llorar, la frustración me sobrepasaba y ver a Yoongi tan sereno sólo hacía que me molestara más

Tragué saliva y me recargué en el respaldo, tomando bocanadas de aire y sintiendo la necesidad de soltarme para acabar con aquella tortura.

—Creo que fue bastante —le escuché decir y casi digo aleluya, sin embargo el grito murió en la punta de mi lengua. Sentí sus manos en mi mandíbula, pasando con cuidado por mi piel y me quitó la mordaza.

El objeto y mis labios estaban bañados en saliva y lágrimas. Intenté mirarlo, respirando frenéticamente y se mordió el labio burlón.

—O-Odio —intenté hablar pero sentía la desesperación invadiendome más y más a medida que su aliento cálido recorría mi piel desnuda bañada en sudor.

Soltó mis manos y las dejé caer sin fuerza alguna para poder ahorcarle o algo. Solo estaba ahí, necesitando llegar al orgasmo, con un novio que podía más no quería darmelo.

Apreté los ojos e intenté suplicarle nuevamente. En ésta ocasión, no sentía las palabras muriendo en mi lengua— ¿P-Puedo venirme? He s-sido bueno.

—¡Claro! —sonrió e hice un puchero, llorando con más fuerza. Tomó el objeto feo que había comprado con el fin de torturarme de ésta manera y sonrió— Ten un lindo orgasmo, ángel.

Dijo algo más pero también retiró el objeto y me perdí a mi mismo. Me sentí muy bien, tan bien que moví mis manos por todo mi cuerpo intentando soportar el sentimiento.

Me quedé sin aire y Yoongi me tomó las manos, como si aquella acción fuese calmante mientras sentía tanto placer que podía morirme ahí mismo.

—¿Fue bueno? —preguntó, con sus labios besando el lóbulo de mi oreja. Apreté más mi dedos con los suyos y asentí con los ojos cerrados.

—Bastante... —le contesté en voz baja y entrecortada, con el cuerpo tembloroso— Estoy tan agotado...

—¿Ah sí? Pues yo tengo una erección, y flojera así que dejaré que te autopenetres —sonrió y negué una y otra vez, cansado de toda forma posible.

—No podré Yoon, mis piernas están débiles. Por favor déjame dormir —sollocé.

Arqueó una ceja— ¿Crees que estoy feliz con el hecho de que jugaste conmigo como si fueras el activo de la relación?

—P-Pero...

Me silenció con un beso húmedo por mis lágrimas e intenté tranquilizarme. Yoongi quería seguir follando y siempre se salia con la suya.

Giró mi cuerpo y me puso en cuatro. Mis reservas de energía eran casi nulas y me limité a recargar la cabeza en la almohada, sosteniéndome con los codos.

dirty laundry | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora