007

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—♡—

—Lo siento... lo siento tanto —lloriquee—. No quería vomitar y arruinar el momento, lo ju...

Yoongi me detuvo, haciéndome mirarle directamente— No, Jimin... yo lo siento, no debí presionarte.

—No lo hiciste, de verdad estaba pasándola bien, ni siquiera recordaba mi miedo —sollocé y me alejé de él. Me daba tanta pena que me viera llorando, con vomito en la barbilla.

—No te preocupes, ¿si? No pasa nada, no estoy molesto.

Asentí y limpie con mis muñecas las lágrimas— Iré a lavarme la cara...

—Yo intentaré trapear por primera vez en mi vida —me sonrió, tranquilizándome al instante.

La había cagado en grande. No había duda. Entré al baño y retiré todo rastro de vomito y lágrimas de mi rostro y cara. Me lavé los dientes por un largo tiempo hasta que todo lo que sentí en mi lengua fue el sabor a menta. Ya no sentía el sabor de Yoongi, y no me sentía muy feliz con ello.

Tomé una rápida ducha y envolví la toalla en mi cintura. Había olvidado por completo que mi ropa estaba lejos del baño. ¡¿Ahora también debía ser un sigiloso como un ninja para conseguir con que cubrir mi cuerpo?! Maravilloso, como si no bastara ser vomitoman.

Observé cuidadosamente la sala y no había ningún chico pálido en ella. Supuse que Yoongi se encontraba luchando por saber si la escoba se podía usar para lavar el vómito. Así que, caminé de puntitas, lentamente.

Escuché una puerta abrirse y los cabellos rubios de Yoongi se asomaron detrás de esta. En el pánico, miré de un lado a otro, tomé la primera perilla que vi y me metí en la habitación. Y era el cuarto del rubio, ¡quise ahogarme en mi saliva y morir!

Arrugué la nariz, molesto porque la habitación se veía desarreglada. Encendí la luz, y escuché más pasos por la sala. Decidí que tenía que ponerme algo de Yoongi antes de ser descubierto por él, en su habitación, con únicamente una toalla puesta.

Revolotee su armario con cautela y tomé la única camisa limpia que encontré. Me quité la única cosa que me cubría para poder meter mis brazos en la prenda y abotonarla. Estaba tan desesperado que a la mitad me rendí.

Más pasos. Busqué como loco ropa interior. Había un bóxer, sólo uno. Recordé que casi toda su ropa estaba en un cesto y bueno, ya la lavaría luego. Aunque, había un problema. Dado que el rubio tenía unos muslos y trasero más pequeños que yo, la prenda me quedaba ajustada. No al punto de doler, pero si al punto de hacerme sentir incomodo.

Tomé la toalla del suelo y justo cuando me giré para salir del cuarto, la puerta se abrió. Mi toalla fue al suelo, los ojos de Yoongi se abrieron y me sonrojé como nunca. Lo digo en serio, si antes simulaba a un jitomate, ahora estaba tan rojo que mi piel ardía como si estuviera en llamas.

—Mierda Jimin, no creí que...

Sacudí mi cabello mojado y mordí mi labio avergonzado— ¡P-Puedo explicarlo!

—No es necesario.

Su voz gruesa me puso alerta. Lo vi tragar saliva. ¿Me iba a golpear? Seguro que iba a hacerlo.

No, no iba a hacerlo. Me cargó como si no pesara nada y me empujó a la cama. Se puso sobre mi, apoyándose en sus manos y rodillas. Yo ni siquiera podía respirar correctamente.

—¡No quiero obligarte a hacer nada pero lo haces tan difícil! —me sacudió con desesperación— ¡Me estás tentando!

—¡Y-Yo sólo...!

dirty laundry | yoonminNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ