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—¡Abre más la boca!

—¡Me hadás vomitad!

—¡Pero necesito meterlo más!

—Vo a ahogadme, ¡no jodad!

Arrugué la nariz y seguí forcejeando para meter correctamente el cepillo de dientes en la cavidad bucal de Yoongi. Tenía una mano en su hombro mientras con la otra trataba de limpiar sus pequeños dientes blancos.

—Listo, escupe.

Me dio una mirada de muerte y se acercó al lavabo para escupir. Sonreí orgulloso y retiré los guantes de látex que tenía puestos. Escuché a Yoongi balbucear algo mientras me lavaba las manos.

—¿Ya me haz perdonado? —preguntó con una mueca en su rostro mientras acariciaba su mejilla.

—Tienes que bañarte.

—¡Ugh! —se puso de pie y se sacó la camiseta— Voy a necesitar tu ayuda.

—¡No voy a bañarte! —me quejé.

—Bueno, mínimo quédate esperándome aquí. Ya sabes, por si acaso.

Inflé las mejillas y me acomodé en la silla de plástico— Tenemos un trato, ahora métete a la ducha.

Sonrió en grande. Me tuve que dar la vuelta cuando se quitó el resto de su ropa. El sonido de las gotas de agua contra el suelo llenaron el cuarto de baño y giré de nuevo a mi posición anterior. La cortina era ligeramente transparente, mas no se veía mucho. Pude observar la figura delgada del rubio pasándose el jabón por el cuerpo.

¡Y me sonrojé! No podía observarlo bañarse, no debía, estaba mal, muy mal.

—Jimin.

—¿Qué?

—¿Cómo debo lavarme la espalda?

Fruncí el ceño ante su pregunta— ¿Nunca lo haz hecho?

—Vamos, me baño una vez al mes, no es como si le pusiera mucha atención, pero bueno, ayer me cayó limonada y me siento un poco pegajoso.

—Entonces toma la esponja y pásala en movimientos circulares por tu espalda.

—Uhm... se siente bien.

—Hazlo más rápido para que te limpies mejor.

—Ah... Jimin...

—¿Sí? —respondí mientras observaba mis pies.

—N-Nada... oh, mierda.

—¿Estás bien? —me preocupé— Suenas agitado.

No recibí respuesta pero seguí escuchando leves maldiciones y uno que otro sonido extraño. ¿Qué estaba haciendo?... no quería ser tan curioso, pero subí la mirada y miré que agitaba la mano hacia atrás y hacia adelante. Llevaba algo, no vi exactamente qué era.

Cada segundo me sentía más y más incómodo y extraño, algo estaba pasando.

—Jimin...

—¿Sí?

—J-Jimin.

—¿Qué quieres?

—Háblame sucio.

Me quedé con una mueca confusa por unos segundos. Y pensé... no sabía a qué carajos se refería.

—Tu ropa interior... tu habitación, la sala. Debajo del sillón...

—No puedo creer que me estoy masturbando pensando en un idiota.

—¿Que te estás masturqué...?

Gruñó frustrado y sólo consiguió confundirme más. Miré nuevamente a la bañera, ahora Yoongi movía su mano mucho más rápido. En cierto punto sus piernas flaquearon y soltó un grito grave. Le vi caer al suelo y me asusté tanto que me puse de pie.

dirty laundry | yoonminWhere stories live. Discover now