This Not Another Enemies To Lovers Story

Extra 1

Nina

— ¿Cerraste bien la puerta? —Preguntó Al mientras caminábamos entre las personas en el aeropuerto.

— Si. —Reí, es la tercera vez que lo pregunta. —Y me asegure no te preocupes.

Después de 4 años de carrera, dos de ellos viviendo con Al por fin tenía mi título y no solo yo.

Ali, Luis y Melissa también.

De hecho estamos viajando por eso, después de años vamos a reunirnos todos a la vez por eso Al ha estado tan ansiosa.

— Al estas actuando muy sospechosa te van a llev...

Veo como dos guardias se acercaron a ella y le hablaron para llevarla a otro lugar.

Estoy en el punto donde ya no me sorprenden las cosas que le pasan a Al...

Después de una hora por fin vi salir a Al de donde la tenían retenida.

— ¿Estás bien? —Pregunte cuanto la dejaron ir.

— Si, solo pensaron que era sospechosa... —Dijo molesta. —Sabes tal vez alguien me embrujo y por eso tengo mala suerte.

— ¿Lo crees?

— Si, estaba pensando en hacerme una limpia.

— ¡No, mi amarre!

— ¿Qué? —Ella me mira confundida. —¿Enserio me hiciste uno?

— Ay Al. —Pongo mi mano en su hombro. —Si te hubiera hecho uno no hubiera batallado tanto... —Sonrio y ella me mira mal.

— Bueno vámonos...

El vuelo fue largo y agotador, por suerte no fue aburrido para nada porque Al estaba conmigo, vimos un par de películas y dormimos hasta que finalmente llegamos horas después.

Estando en la entrada del aeropuerto tomamos un uber qué nos llevaría al vecindario donde viven nuestras familias pero nos quedamos atoradas en un tráfico de dos horas.

Lo normal.

Vimos a un Simi bailando al lado de un semáforo, creo que eso también es normal.

Finalmente cuando recién se había hecho de noche llegamos al vecindario, venimos un par de veces en vacaciones y para algunas fiestas pero aun así pasamos mucho tiempo sin viajar para acá.

Lo que se supone que habíamos hablado antes de salir era que pasaríamos esa noche con nuestras respectivas familias y nos veríamos al día siguiente pero...

— ¿Y ahora qué? —Preguntó Al, estábamos paradas en el vecindario, a dos cuadras de la casa de Al y a tres de la mía.

— Pues iremos con nuestras familias ¿no? —La mire complicada.

— Bueno dijimos eso pero... —Se rasco la cabeza. —¿Y si nos quedamos en la misma casa?

Alana

Llevamos dos años durmiendo juntas y no pienso romper la racha.

Al final dijimos que nos quedaríamos juntas, pasaríamos a saludar en una de las casas y nos quedaríamos a dormir en la otra.

Tiramos una moneda, cara nos quedamos en casa de la familia de Nina, cruz nos quedamos en la mía.

Salió cruz así que fuimos primero a cada de Nina para saludar a sus madres.

Estaban muy contentas de vernos y estuvimos con ellas una hora hasta que tuvimos que salir para ir a mi casa.

— ¿Crees que deberíamos buscar una casa propia aquí? —Pregunte mientras caminábamos a la casa de mis padres.