This Not Another Enemies To Lovers Story

Capítulo 16 El evento y la sorpresa

Alana

Estoy en el sofá jugando con Astrid cuando escucho el sonido de un carro, al observar por la ventana veo que es mi tía así que me despido de mi hermana y salgo hacia el auto.

— ¿Lista para esta tarde de chicas? — Me mira divertida.

— Claro...

— Arriba ese ánimo o no te compro el helado.

— ¡Claro, que emoción! Aburrido cof cof.

— ¿Qué dijiste? — Entrecierra los ojos.

— No nada.

— ¿Te revelas? ¿Contra tu amada tía?

— No, yo dije que emoción ir contigo.

— Así me gusta. — Sonríe satisfecha y yo ruedo los ojos.

Miro por la ventana mientras mi tía maneja, espero este evento sirva de distracción para no pensar en Nina aunque lo dudo pero tan siquiera me ganare un helado al final del día.

Al llegar veo que hay muchísima gente, empiezo a caminar observando todo alrededor no sé qué tan famosas sean estas profesoras pero parece como si estuvieran regalando sus libros o algo así.

— Bueno tía a donde vam...

Miro a todos lados y no la encuentro, no puedo creer que me perdiera en una multitud de gente, me siento como cuando iba al súper con mamá de pequeña y me perdía hasta que hacía que me llamaran por el locutor, para mi mala suerte dudo mi tía haga lo mismo.

Sigo caminando y sin darme cuenta tropiezo con alguien y se le caen unos libros.

— Lo siento, no estaba prestando atención. — Me agacho para ayudarla a recogerlos.

— No te preocupes, igual fue mi culpa por no mirar bien el camino.

Al levantar todos los libros me quedo observándola, era un poco más baja que yo, una mujer de tez blanca, cabello castaño y unos ojos muy familiares para mí, se me viene a la mente aquella chica y decido sacar rápido ese pensamiento, quiero disfrutar el día de hoy.

— Deje que la ayude a llevar sus cosas. — Le sonrió amablemente.

— Oh que niña tan amable, ¿Cuál es tu nombre? — Me regresa la sonrisa.

¡Dijo que soy una niña amable!

— Ah cierto no me presente, me llamo Alana.

— Un gusto Alana mi nombre es Faith.

— Un nombre muy bonito.

— Gracias igual el tuyo.

— Ah el mío es una combinación de los nombres de mis padres.

— Muy ingeniosos, debí hacer eso con mi hija pero no sé cómo quedaría. — Ella me sonríe y yo se lo devuelvo.

Es una persona muy bonita aunque no creo que sea de este país, tiene rasgos como extranjeros.

— Bueno Alana tomare prestada tu ayuda, debo dejar esos libros ¿Me acompañarías?

— Claro, solo guíeme.

Empezamos a caminar entre toda la multitud, ella me abre la puerta y yo se lo agradezco con una sonrisa, entramos a un lugar y me indica donde dejar los libros.

— Gracias por la ayuda. — Me sonrío.

Ya basta Alana, ¿Acaso te acordaras de esa chica hasta cuando una extraña te sonríe? La respuesta es sí, porque todo me recuerda a ti.