Capítulo 7 El cuerno no deseado

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Alana

Me sentía traicionada, no podía creer que ese par me había dejado sola con ella, empecé a pensar en alguna forma de vengarme por esto, podría golpear a Luis pero a Alissa no porque es más peligrosa. El sonido de pasos apresurados me sacó de mi trance de planear mi venganza.

— Traje el botiquín... ¿Dónde están los otros dos? —Preguntó al notar que no había nadie más que yo mientras se acercaba.

— Salieron a tomar aire aún están cerca si grito vendrán rápido. — Respondí. Ella me miró y sonrió por mi respuesta.

— ¿Por qué ibas a gritar, acaso me tienes miedo rubia? No voy a morderte... a menos que me lo pidas.— Respondió con una sonrisa.

Yo no supe que responder a eso mi cara debió estar en llamas por el calor que podía sentir, ella al ver que no hubo respuesta de parte mía siguió acercándose para sentarse a mi lado, yo seguía estática, aparté mi cara de su dirección cuando ella se inclinó un poco para poder ver el golpe.

— No te pongas así solo estoy bromeando... Pero si quieres no es broma. —La mire rápidamente y ella estaba con una gran sonrisa en el rostro hice un intento por levantarme pero me jalo de regreso al sofá.

— ¿Huyendo de nuevo rubia? Esta vez no te dejare escapar.

Quiero creer que es culpa del golpe que había recibido hace unos momentos fuera el culpable de que no pudiera articular las palabras.

— Te dejare ir cuando haga algo con ese golpe, deberías tener más cuidado sabes y de que esta hecho ese balón para haberte hecho esto. — Dijo mientras acerco su mano y levantó mi rostro un poco.

Tráiganme una presión que se me bajó la Coca-Cola.

— No es tan grave puedo aguantar hasta llegar a casa y mi mamá es enfermera ella puede con esto no te preocupes. —Intentaba apartarme ya que no quería que viera el estado en que me dejaban sus palabras. Solo me faltaba ponerme el brazo en el rostro para evitarlo.

— Entiendo pero al menos déjame limpiar el golpe no te dejare salir así. —Volvió a tomarme del brazo para que no escapara.

— Estas exagerando no vivo tan lejos puedo sobrevivir. —Ella levantó una ceja y soltó mi brazo.

— Está bien entonces será a las malas. — Se puso de pie y se paró justo frente a mí. La mire confundida y de repente me empujó y lo siguiente que supe fue que ella se había quedado sobre mí. Estaban sus rodillas a mis lados.

— ¿Qué crees que estas hacien...? 

— Shhh guarda silencio mientras trabajo, si no te gusta puedes gritar y tus amigos vendrán, pero no creo que quieras que nos vean así ya que podrían mal interpretar la situación. —Tenia uno de sus dedos sobre mis labios.

Hola Dios soy yo de nuevo ¿Te acuerdas de mí? Trague grueso y asentí.

— Buena chica. — Contesto mientras tomaba el botiquín que estaba al lado de donde estábamos nosotras sin bajarse de mí.

Estaba atrapada y sin escapatoria posible. Ella sacó un pequeño pedazo de algodón y luego un pequeño frasco de alcohol mientras yo solo miraba atentamente todos los movimientos que hacía estando sentada sobre mí. Al terminar de humedecer el algodón con el alcohol me miró directamente a los ojos y me sonrió yo no pude seguir viéndola más así que baje la vista hacia sus piernas. Traía puesta una de esas faldas que parecían de uniforme escolar y se le había subido un poco al estar sentada sobre mí, ya mencioné que está sentada sobre mí porque lo está.

This Not Another Enemies To Lovers StoryWhere stories live. Discover now