Epílogo

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Alana

— Entonces yo quiero saber si tu... —Cruzó mis dedos bajo la mesa. —Quieres....

— Mmm no. —Responde de una.

— Oye se supone que me ayudas a tener confianza no —Me queje. —Al menos déjame terminar

— No convencerás a nadie preguntando así. —Ali me mira con seriedad.

Resoplo viendo a mi amiga quien hace unas horas estaba literalmente en otro continente...

Un par de horas antes.

— ¡Ya llegue! —Dije entrando a la casa que desde hace alrededor de dos años comparto con Nina.

Nadie respondió, supongo que se le hizo un poco tarde. En ese momento mi teléfono sonó era un mensaje de ella avisando que llegaría un poco tarde y que no me preocupara.

Este es su último año de carrera y por eso ha estado más ocupada de lo habitual.

Camine hasta nuestro sofá y me deje caer en él, quería descansar unos minutos.

No estaba habituada al silencio qué se hacía en la casa cuando me quedaba sola, la presencia de Nina se volvió algo tan familiar que cuando ella no está siento lo mucho que me hace falta.

Me levante y fui a la cocina a preparar algo para esperarla con cena y pues también para tratar de contrarrestar ese silencio qué me estaba empezando a molestar.

Busque algunas cosas de la nevera y empecé a preparar algo.

Luis tenía razón cuando insistió en enseñarme a cocinar, me dijo "te servirá a futuro"

Por suerte pude aprender a ser autosuficiente antes de salir de casa de mis papás, esto hizo qué mi vida sola como universitaria fuera más fácil los primeros años y cuando me mude con Nina no tuvimos problemas porque ambas ayudamos en la casa, cuando yo cocino ella limpia y viceversa.

Mientras sigo haciendo la cena a mi mente viene el tiempo que llevamos juntas, nos conocimos en nuestro último año de preparatoria y ahora ella está a un semestre de graduarse de la universidad y yo lo haré el año siguiente si todo sale bien.

Casi no hablamos sobre eso, que pasara cuando ella termine su carrera y no tenga nada más que hacer aquí.

— Llegue. —Escuche desde la puerta. —¿Al estas?

— ¡En la cocina! —Respondí y escuche como sus pasos se acercaban a mí.

— Hola. —Se acercó y se puso de puntillas para darme un beso en la mejilla. —Huele rico.

— Ya casi está listo. —Le sonreí. —¿Cómo te fue?

— Bien, bien no me quejo. —Recostó su cabeza en mí. —¿Y a ti?

— Yo si tengo quejas. —Solté y ella rio. —Ese profesor de Fisiología no me deja tranquila.

— Ya, ya. —Pasa su mano por mi espalda. —Solo aguanta un poco más y te libraras de ese profesor.

Nos quedamos en silencio mientras terminaba de cocinar y empecé a servir la comida.

— Quería contarte algo. —Habló mientras poníamos la mesa.

— ¿Qué es?

— Me ofrecieron un trabajo para cuando termine y pienso aceptar.

— ¿De verdad? —La mire.

— Sip. —Respondió. —Voy a enseñar español a unos niños en clases particulares.

— Wow ya eres toda una profesora ¿no?

This Not Another Enemies To Lovers StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora