Capítulo 15 Nada que tú no harías

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Nina

Estando parada frente al espejo de la ducha veía mi hombro en el que claramente se podía distinguir una marca de mordida.

Condenada rubia ya me marcó y ni un besito me ha dado. Por suerte la marca está en una parte fácil de cubrir, sería un problema si de repente apareciera en casa después de pasar la noche fuera y con una mordida. Si mamá lo ve no me dejara en paz.

Ya pasaron unas horas desde que me trajo y me dejó en la puerta. Decidí que lo más prudente es tomar una foto de mi hombro y usarlo como chantaje. La mordida no le saldrá gratis. Ya vestida y recostada en mi cama intento tomar fotos de mi hombro lastimado para enviárselas y de repente alguien abrió mi puerta.

— Oye ¿No te enseñaron a tocar antes de entrar? — Ella levantó la ceja y me checo de arriba abajo.

— ¿Qué haces? ¿Estás enviando nudes o algo así?

— ¿Qué insinúas? ¿Me crees capaz? ¿A mi tu propia hija? — Suelta un suspiro y se acerca a mi cama para acomodarse a mi lado, se acerca y me da un beso en la sien.

— Te creo capaz de eso y más. — La miró indignada y ella suelta una carcajada.

— Ugh no estaba haciendo eso no te preocupes.

— Ah bueno... ¿Qué tal te fue ayer?

— Bien, bien fue divertido hubo karaoke, competencia de baile y también había alguien diciendo poemas.

— ¿Poesía? Que raras son las fiestas de hoy en día.

— Si todo es diferente ahora sé que en tus tiempos todo era blanco y negro, ahora todo es más tranquilo señora de longeva edad.

— Tsk tampoco soy tan vieja ¿sabes? — Rodo los ojos. — Tengo la edad perfecta para ser una Suggar Mommy. — Ahora sonríe.

— Dilo más alto que se escuche hasta tu cuarto. — La molesto.

— No me cambies la conversación.

Seguido de esto me bombardeó con preguntas donde dormí, con quien. Respondí todo a medias claro tampoco le puedo decir que dormí con una rubia que estaba drogada y que también me mordió. Pasamos horas hablando hasta que se hizo tarde y era tiempo de dormir. Mañana habrá clases.

Al final decidí no enviarle la foto a la rubia prefiero molestarla en vivo.

Las clases transcurrieron con normalidad. A pesar de que soy relativamente nueva aquí mis demás compañeros parece ya estar completamente familiarizados conmigo y se acercan a mí para preguntar cualquier cosa. Me pregunto ¿Por qué asumen que lo sé?

Casi no cruce palabras con ella y eso que me muero por molestarla. Al ser capitana de equipo está de arriba abajo todo el tiempo. Eso no quita el hecho de que sé que se la pasa mirándome todo el rato con ojitos de cachorro.

Y dice que me odia bah. En fin la hipocresía.

Ya viernes a la salida de clases me dirijo a mi casillero. Melissa ya se había ido más temprano así que me encontraba sola. Iba de salida hasta que escuche que alguien me había llamado y al voltear mire a la ingrata que paso de morderme a no hablarme durante la semana.

— Hola. — Dice ya cerca de mí. Por su ropa y su apariencia algo desaliñada asumo que estaba en las canchas jugando.

Uy puedo ver su abdomen.

— Hola. — Respondo feliz ya se me pasó la molestia.

Se queda en silencio mientras nos miramos a los ojos sin decir nada.

This Not Another Enemies To Lovers StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora