¿Amar o no amar? tu eres la pregunta...

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Pov / Freen

- ¿¡¡Qué es lo qué quieres!!? ¡Estaba a punto de tener sexo aquí y me cortaste! - gritó al otro lado de la línea.

- Lo siento, P'Nam te puedo llamar en otro momento. - dije suavemente.

- ¿No, qué paso? Pareces desesperada. - mi amiga me conocía muy bien.

- Y yo soy. - Dije mientras buscaba las bolsas de palomitas en el armario.

- Cuéntame. Cerré los ojos y respiré lo más profundo posible.

- Estoy teniendo pensamientos inapropiados con mi jefa. - dije de inmediato, ganándome una carcajada del otro lado de la línea.

- Jajaja te dije que nadie es 100% heterosexual. - recordó haciéndome sonrojar de ira.

- ¡Soy heterosexual, P'Nam! - exclamé. - Voy a salir con un chico. ¿Recordar? - Bajé el tono con miedo de que mi jefq escuchara. Mejor prevenir.

- Eso no te hace heterosexual, estúpida. - P'Nam y sus apodos cariñosos.

- Mierda. - dije sin paciencia buscando el balde de palomitas.

- ¿Tal vez bisexual? - sugirió.

- Yo yo. No sé. - tartamudeé sin saber nada. Si era bisexual o heterosexual, ya no lo sabía. Lo que sí sabía era que mi jefa idiota estaba jugando con mi cabeza. Ya no era suficiente pasar el mes en su casa, ahora este deseo confuso.

- DE ACUERDO. ¿Qué sientes? - preguntó queriendo entender.

- Yo... siento un fuego arder dentro de mí cuando la veo. Pero podría ser enojo porque me hizo firmar tantos informes. - Dije ganándome una risa genuina de mi amiga. - Y tal vez unas ganas de devorar esos labios. - Completé sin pensar, mordiéndome los labios e imaginándome besando los labios de la señorita Armstrong. Suspiré.

- ¡Hay! gay! - ella exclamó.

- ¡P'nam! No estás ayudando. - Luché mientras abría el microondas y metía dentro la bolsa de palomitas.

- Mi ángel, obviamente estás enamorada de tu jefa. Aceptalo. - se burló. Tal vez ella tenía razón o solo estaba sintiendo lujuria y curiosidad. Sueno como una adolescente hormonal.

- No, no P'Nam no puedo. Ella es mi jefa y es una imbécil conmigo la mayor parte del tiempo. Lo superaré. - Hablé con convicción viendo las palomitas de maíz explotar dentro del paquete en el microondas.

- Entonces te deseo buena suerte. - habló.

- Gracias por escucharme mientras podías estar teniendo sexo. - le dije sonriendo a mi amiga y con un poco de pena. P'Nam haría cualquier cosa por mí hasta que dejó de tener sexo para escuchar mis dramas.

- Para eso están las amigas. - dijo y estoy bastante seguro de que estaba sonriendo.

- Oye, ¿cuándo la conoceré? - Pregunté sacando la bolsa de palomitas del micro.

- Programaré un día para que salgamos las tres. - habló y escuché una voz femenina llamando.

- ¿Y voy a sostener vela? - Pregunté con dramatismo.

- Puedes llevar a tu "pequeño amigo". - dijo y seguro que ella puso los ojos en blanco.

- No, iré sola. Bueno, voy a colgar porque mi jefa está esperando para ver una película conmigo. - dije apoyándome en el mostrador.

- ¿Qué? ¿Van a ver una película con ella en un cuarto oscuro solo ustedes dos? - habló maliciosamente.

- ¡P'nam! Adiós. - Le colgué en la cara. Sabía que no se enfadaría porque debía estar riéndose de mí en este momento.

Urg! Gracias P'Nam ahora realmente no me voy a centrar en la película. Vertí las palomitas de maíz en el balde y lo llevé a la sala de estar.

- Demoraste. - dijo, juntando las cejas. Vaya que cosa tan linda. ¡Puedes detener a Freen!

- Lo siento, tuve que atender una llamada. - Mentí, no del todo porque fui yo quien llamó. Pero, ¿qué diferencia hace?

- ¿Algo importante? - preguntó mirándome. Parecía curiosa. ¿Celos?

- No, solo mi amiga. Dije mirándola también.

- Oh. Ven, siéntate aquí. Elegí una película realmente genial para nosotras. - dijo acariciando el sofá a su lado.

- ¿Cual? - le pregunté sentándome a su lado y dejando el balde de palomitas entre nosotras tratando de mantener cierta distancia.

- Con amor, Simón. - Respondió presionando play en la película.

- ¿Se trata de? - Pregunté con curiosidad.

- No lo diré. Tendrás que mirar para averiguarlo. - me sonrió.

- Af. - Hice un puchero y ella se rio y que risa tan caliente. Oh querido. Dios ayúdame.

Empezó la película y la miramos en silencio, a ratos comentábamos algo de la película. De vez en cuando nuestras manos tocaban el balde de palomitas de maíz y suspiré cada vez que sus dedos tocaban los míos. Parecía hacer lo mismo. El estado de ánimo se puso un poco tenso cuando los personajes se besaron y sentí que la señorita Armstrong me miraba por el rabillo del ojo mientras pretendía estar escuchando la película.

Cuando terminó la película mis párpados estaban tan pesados ​​que no pude soportarlo y me quedé dormida.

La señorita Sarocha se durmió y me dio pena despertarla. Me sentía mal por actuar como una idiota y coquetear con la pobre chica. No sé qué me pasó, nunca fui así. Pero es que desde que la vi por primera vez en la entrevista de trabajo se me aceleró el corazón y no quería admitir que me podía estar gustando. Así que empecé a tratarla mal. No quería enamorarme, tenía miedo de que ella fuera una cazafortunas como el engaño de mi ex prometida. Necesitaba redimirme, pero no sabía cómo. Suspiré tratando de alejar los pensamientos y comenzando a observar lo hermosa que estaba durmiendo. Apoyé la cabeza a unos centímetros de la suya. Debe haber estado cansada de cuidar de mis pequeños monstruos. La verdad es que le di vacaciones anticipadas a mi niñera y tuve la brillante idea de hacerle esta propuesta a la señorita Sarocha. Lo que no esperaba era que ella lo aceptara. Tal vez necesitaba el trabajo tanto como sigue diciendo cuando llega tarde. No estaba realmente enojada con ella, solo quería sacar mi frustración de haber tardado tanto en verla. Haría cualquier cosa por tenerla cerca. Tal vez estaba loca, porque ella es heterosexual. Entonces Becky, tantas mujeres en el mundo y te enamoras de una mujer heterosexual. ¡Gracias vida!

NIÑERA POR UN MES (FREENBECKY)Where stories live. Discover now