Calor, agua y película

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Pov / Freen

Amanecí todo sudorosa y sin aliento, tomé el celular para mirar la hora que marcaba exactamente las 00:32 de la mañana. La habitación era como un horno, me levanté con un poco de sueño y traté de encender el aire, pero no funcionaba, parecía roto. Oh genial, me voy a hornear dentro de esta habitación. Abrí las ventanas para ver si entraba algo de aire, pero no sirvió de nada. Sentí que tenía la garganta seca, así que decidí ir a la cocina y beber un vaso de agua helada.

Abrí la puerta lentamente, miré hacia el pasillo oscuro y vacío. Mi ropa era muy cómoda y cuando digo cómoda me refiero a corta y transparente. No quería arriesgarme a encontrarme con la señorita Armstrong, no sabía si había llegado o no. Eché otro vistazo y no vi un alma. Salí de puntillas con pasos lentos. Joder, esa casa era como un horno, hacía tanto calor. Pensé que porque yo era rica no tendrían ese tipo de problemas.

Entré a la cocina oscura y silenciosa, abrí el refrigerador y vertí el agua helada en el vaso. Lo cerré y cuando volteé para regresar a la habitación choqué con alguien detrás de mí haciéndome derramar todo el vaso de agua helada sobre mi cuerpo.

- ¡Más que una mierda! - exclamé sintiendo el agua fría entrar en contacto con mi piel. - Hace demasiado frío allí. Dije pasando mi mano por mi camisa.

- Vaya mira la boca. - Dijo la voz ronca que conocía muy bien haciéndome sentir mariposas en el estómago.

- Lo siento, yo... yo... - tartamudeé nerviosa viendo a Rebecca frente a mí mirándome sonriendo. Miró mi camisa mojada y jadeó. Joder la blusa ya estaba transparente y con el agua estaba practicamente desnuda. Me sonrojé violentamente cruzando los brazos para bloquear la vista de mis pechos desnudos y bajé la cabeza.

- ¿Que haces despierta a esta hora Stra Sarocha? - preguntó, la sentí acercarse a mí haciéndome tragar saliva.

- Bajé a tomar agua, porque como habrás notado hace mucho calor. - le expliqué levantando la cabeza para quedar frente a ella, vestía un camisón negro y transparente pero debajo llevaba lencería negra. Joder, era demasiado sexy. ¿Dios mio Freen que te esta pasando?!

- ¿Y por qué no enciendes el aire acondicionado? - preguntó pasando a mi lado y yendo directo a la heladera. Abrió la puerta y vi que la luz pegaba en su cuerpo dejando más clara la visión de su ropa. ¡Oh dios mío! Tragué la saliva en mi boca con dificultad y aparté la mirada.

- Parece que se quemó. - le expliqué mirándome los pies. La señorita Armstrong estaba jugando con mis sentidos.

- ¿Quemado? preguntó llamando mi atención de nuevo.

- Sí. - murmuré viéndola beber el agua y mirarme de frente.

- Hm, si quieres compartir la habitación conmigo, mi aire sigue funcionando. - sugirió sin apartar el vaso y mirarme con una mirada traviesa.

- ¡¿Qué?! - grité y ella notó mi nerviosismo. - No gracias, me daré la vuelta. - dije secamente y me fui pisando fuerte y olvidándome de beber mi agua.

- ¡Oiga, señorita Sarocha! - me llamó haciendo que me detuviera y mirara a ella que tenía una sonrisa en los labios.

- ¿Ey? - pregunté sin paciencia, solo quería ir a mi habitación a darme una ducha para apagar ese fuego que tenía dentro. La odiaba y más aún por lo que estaba empezando a hacerme.

- Que tengas buenos sueños. - me dijo guiñándome un ojo y sonriéndome. Resoplé y prácticamente salí corriendo de allí.

Subí corriendo las escaleras y entré al horno de mi habitación jadeando. Dios mío, mi jefa me excitó. No, no Freen. Eres hetero ¿recuerdas? Sal con un chico, guapo y caballero que no te haga gato y zapato. Dios mío, estoy perdida. Corrí al baño y lo encendí, poniéndolo a la temperatura más fría que había.

NIÑERA POR UN MES (FREENBECKY)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن