-Si, yo cocino en mi casa -habló nerviosamente Shisui y se rascó la mejilla.

-¿Y tus padres? -preguntó Elise llevándose las galletas a la boca.

-Madre murió a darme a luz y padre murió en la tercera guerra mundial shinobi -explicó Shisui-. Eh estado un tiempo solo, así que aprendí a cocinar.

-Lo siento... -Elise le miró arrepentida bajando su galleta y Shisui negó ligeramente.

-No te preocupes, no te duele algo que no puedes recordar -Shisui se encogió de hombros.

Había pasado tiempo desde la última vez que se preguntó por sus padres o sintió algún tipo de celos por culpa de la falta de ellos, en teoría él ya tenía quince años, había superado la etapa de cuestionarse sus lazos sanguíneos y, sobre todo, era un shinobi, no había necesidad de banalidades como la familia, no cuando en su estilo de trabajo era muy normal amenazar a las personas queridas de la otra parte y en casos extremos, simplemente asesinarlas por algún tipo de venganza personal.

Shisui se sorprendió al ser abrazado y arrastrado hacia la cama por Elise, casi había botado las galletas horneadas, pero por sus reflejos ninja, él pudo salvar las galletas antes del desastre y dejar las cosas en la mesita de noche de la niña antes de terminar encerrado en sus brazos.

Elise lo estaba abrazando suavemente y, antes de que pudiera reaccionar, estaba envuelto como burrito mientras lo alimentaban con galletas y leche a la vez que la televisión frente a la cama se encendía y se reproducía una película infantil.

Sinceramente, estaba más desconcertado que reconfortado, ¿en qué momento Elise hizo todo eso?

-Aquí viene el avión~ di aah~ -Shisui parpadeó ante la mitad de la galleta que venía hacia su boca y la abrió para luego sentir el dulce sabor de las galletas que él mismo preparó.

Ser mimado por Elise no estaba en absoluto dentro de las imaginaciones más salvajes luego de haberse "conocido por primera vez", pero no se iba a negar a ser dulcemente atado a los mimos de quien en un futuro fue su hermosa novia.

Elise se sobresaltó cuando escuchó ruidos en la parte baja de la mansión y se acurrucó más cerca de Shisui alarmada, ¿Acaso se aprovecharon del caos y descontrol para meterse a su casa a robar? Claro, tenían muchas cosas valiosas que no eran más que frivolidades, pero ella no quería que ni Shisui ni ella estuvieran en peligro.

El niño a su lado se puso tenso por su actitud, pero luego pareció relajarse y simplemente siguió acostado utilizando sus muslos como almohadas.

Aterrada, Elise observó como la puerta de su habitación era abierta tan violentamente que las bisagras casi se salían de su lugar.

-¡Eli-chan! -gritó un joven alterado y Elise suspiró cuando vio que era su hermano Asher.

-¡Idiota! ¡¿Cómo podría estar Elise en su habitación?! ¡Debe estar perdida y aterrada en algún lugar de Konoha llorando por que sus hermanos la rescaten! -gimió Natsuo patéticamente mientras aparecía detrás de Asher.

-¡Siento el chakra de Elise y el de un desconocido en la habitación...! -avisó Kiriya empujando a Natsuo hacia abajo provocando que este se golpeara de cara contra el suelo y haciendo que Asher cayera de costado sobre su brazo.

-¡¿Hay un chico en su habitación?! -chillaron los tres hermanos indignados cuando vieron a Shisui perfectamente relajado en los muslos de su hermanita menor.

-¡¿Cómo que hay un chico en la habitación de mi linda Elise?! -gritó su padre desde abajo y se escuchó como alguien subía las escaleras a gran velocidad.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora