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estaba yendo rumbo a qatar completamente sola, se suponía que igualmente allí me encontraría con mara, amiga mía de hace años, quien resultaba ser también la hermana de un compañero de selección de paulo, y también con parte de la familia del cordobés.
estaba un poco nerviosa con respecto a eso, si bien ya los había conocido porque antes con paulo manteníamos una hermosa amistad ahora todo era distinto. era una especie de presentación como su pareja, aunque en realidad todavía no estábamos oficialmente.
los trámites los tuve que hacer a las apuradas, no estaba en mis planes de la nada ir al mundial, porque a comienzo de año estaba con leandro y ni siquiera se me pasó por la cabeza asistir, sabía que su respuesta era un "no" de entrada. las cosas con paulo eran muy distintas, no me gustaba comparar pero él siempre me quería a su lado acompañándolo.
las únicas dos cosas que le podía agradecer al jugador de la juventus era por haberme presentado tan ingenuamente a paulo, pensando que nunca me iba a ir de su lado para estar con otra persona, y por la cantidad de viajes que pude hacer permitiendome conocer varios idiomas, que ahora obviamente me servían al estar en qatar.
me pude guiar bastante facial hacia el hotel donde me hospedaba, que sabía que iba a estar concurrido por algunas de las parejas de los jugadores. tan solo esperaba que no este camila, no me daría la cara para verla. a pesar de haber pedido perdón me seguía sintiendo muy culpable.
- perdon ¿tenes idea dónde esta la habitación doscientos treinta? - preguntó una voz que me resultaba conocida, me di vuelta para encontrarme con mi amiga ya sonriendo
literalmente salte a sus brazos, hacia ya un tiempo que por distintas agendas y mi vida siendo un caos no nos podíamos ver.
- no tenes idea lo mucho que te extrañé, marita - dije una vez nos separamos, me hacía falta una amiga en estos momentos que también estaba lejos de carina
- yo a vos, can. no puedo creer que estés aca, posta pensé que no te iba a ver, si fuera por el tarado de leandro seguro ni estabas acá
ambas entramos a la que era mi habitación, donde yo comencé a sacar un par de cosas esenciales que iba a usar durante el resto del día.
- si, fue un poco difícil el proceso de aceptación pero por suerte pude salir de la toxicidad y la dependencia
- ¿cómo estas con paulito? yo veo muchas historias, lo tenes loquito
inconcientemente una sonrisa se me instalo en el rostro, me era inevitable no pensar en lo mucho que lo quería cada vez que lo nombraban. definitivamente él había cambiado mi perspectiva con respeto al amor, todo era mejor a su lado, más brillante y colorido.
- vamos de a poco, no somos algo oficial todavía pero estamos conviviendo y todo. realmente lo quiero, no puedo creer que tardé tanto en darme cuenta
