07

8.2K 607 258
                                    

por más que una parte dentro mio dijera que no, que no podía seguir así y que debía cortar todo de raíz, yo le hacía caso a la parte que gritaba por tener a leandro a mi lado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

por más que una parte dentro mio dijera que no, que no podía seguir así y que debía cortar todo de raíz, yo le hacía caso a la parte que gritaba por tener a leandro a mi lado.

le indique a paulo que estaba todo bien, que nos debíamos una charla. a él claramente no le gustó mi respuesta, más que nada después del momento que acabábamos de tener en la cocina. no me sentía bien por aquello.

con leandro detrás mio nos dirigimos hacía la habitación del jugador de la roma. por mis adentros quería gritarle todo el mal que me estaba haciendo pero también quería abrazarlo, estaba en una guerra interna.

el silencio entre ambos era incómodo, como siempre después de que teníamos una pelea, las cuales cada vez se volvían más constantes.

estábamos frente a frente sin emitir palabra, yo evitaba mirarlo a los ojos porque sabía que eran mi debilidad e iba a caer a sus pies en el instante que los vea suplicarme por un perdón que no merecía.

- amor, yo se que estuve mal pero fue muy de imprevisto, lo hicieron de sorpresa. te juro que yo te quería ahí conmigo, como en todos los partidos. sabes que no puedo jugar si no estas vos alentandome - dijo dando pasos
más cerca de mi

no tenía la fuerza de retroceder, su perfume me estaba matando, quería lanzarme a sus brazos y abrazarlo pero no podía caer tan bajo, debía hacerme valer de alguna forma.

tampoco es que tenía mucha dignidad, era conciente de eso. era la amante de un hombre hace ocho años.

- yo entiendo que es tu familia, leandro, y sabes muy bien que siempre respete eso pero sentía que ese era mi lugar. estamos pasando muy poco tiempo juntos y parece que no te importa, me siento muy desplazada, me estoy cansando - respondí tomando el valor de mirarlo a los ojos, grave error porque me estaban matando por dentro

apenas escuchó la última oración que dije dio otro paso para acercase hacia mi y tomar mis dos manos dandole leves caricias, lucia incluso más desesperado que cuando estaba peleando con paulo en la puerta.

- me esta costando la adaptación al equipo y a la ciudad, te juro que voy a mejorar, mi amor. yo me muero si te pierdo 

su voz salió entrecortada, ya no sabía si estaba fingiendo y mintiendome o realmente tenía miedo de perderme.

- por favor, cande. perdóname, te amo demasiado

y ahí me tenía, abrazándolo otra vez. cayendo en sus redes sin poder soltarlo, era mi debilidad.

sabía que cuando salga de la habitación paulo me iba a querer matar, miles de veces me había dicho que debía salir de la relación tóxica y dependiente que tenía con leandro pero no podía, él me podía hacer miles de cosas peores y yo lo iba a perdonar.

- última oportunidad, lean. no la desperdicies - susurré aún abrazada a él, ambos sabíamos que eso era mentira

siempre le decía lo mismo y siempre volvía a sus pies. 

me dio un pequeño beso en los labios, incluso era tierno, y me acarició la cara con dulzura. por gestos como aquel estaba tan enamorada.

- ¿cómo terminaste acá, cande? - me preguntó teniendome todavía entre sus brazos

sabía que era su forma disimulada de preguntarme por qué estaba con paulo. a pesar de tener una amistad de tantos años no se llevaban del todo bien y yo sabía que era la causa de aquello.

paulo estaba en contra de nuestra relación.

- hace mucho que no lo veo y como no iba a ir a la cancha con vos decidí venirme para acá, no quería volver a casa y estar sola

- ¿estas segura de que no lo hiciste para joderme a mi?

me separé de él, ya comenzaba a decir pelotudeces.

- no soy como vos, leandro. es mi amigo y lo extrañaba, nada más

- sabes muy bien que no te quiere como un amigo

y ahí estaba otra vez una de las razones de nuestras tantas peleas, más allá de que yo no consideraba que aquello sea verdad, él no entendía que yo no tenía ojos para otra persona.

- ¿y si fuera verdad que? yo estoy solo con vos a diferencia tuya y no te hago tanto escándalo

ante mi respuesta frunció el seño y se quedo en silencio. parecía pensar que decir antes de mandarse otra cagada.

- esta bien, amor. yo confío en vos, ahora vayamos a casa, dale. te extraño demasiado - dijo dando volviendo a juntar nuestros cuerpos, sonreí y asenti

- espera que guardo un par de cosas en la valija

- te espero en el auto

me dio otro beso y se fue, no quería ni saber que era lo que iba a decirle a paulo. seguro de alguna forma de iba a desubicar, como siempre.

comencé a guardar la poca ropa que había sacado junto con el cepillo de dientes y mis cremas.

- ¿de verdad te vas a ir con él? - me preguntó paulo desde la puerta, se lo notaba decaído y me odiaba por ser la causante de aquello

deje la ropa sobre la valija aun sin cerrar y me acerque hacia él.

- sabes que lo amo - dije sonriendo a medias, él cerró los ojos y suspiró

- ¿cómo te convencio esta vez? seguro te juró que iba a cambiar, no es la primera vez que lo hace ni va a ser la última si seguir ahí, cande

se lo notaba cansado y desesperado.

- me dijo que me amaba

- te lo dice para que no lo puedas soltar, cande, abrí los ojos por favor

negué metida completamente en mi fantasía, aunque en el fondo sabia que lo que el cordobés me estaba diciendo era verdad pero todavía no estaba lista para asimilarlo.

- no quiero hablar del tema, me voy a ir con él y punto

- prométeme que te vas a hacer valorar, cande. que si no deja a la mujer en unos meses vos vas a salir de una vez de esa relación. prometemelo y yo te dejo irte en paz

dio un paso cerca mio para acariciarme la mejilla, me daba demasiada paz.

dudé antes de responder pero él tenía razón y aunque me costara cumplirla iba a hacer un esfuerzo.

- te lo prometo

le di un beso en la mejilla y comencé a guardar todo otra vez en la valija, con su ayuda ahora.

me acompañó hasta la puerta de su casa para despedirse de mi con un abrazo, no sabia cuando lo iba a volver a ver. leandro observaba todo expectante desde su auto.

- te quiero un montón, pau. cuídate y llámame. no te vuelvas a olvidar de mi - le dije sonriendo, el asintió con una sonrisa apagada

me di media vuelta y pude escuchar como el susurró algo para si mismo que supongo que yo no debía escuchar.

- y yo te amo

doble vida | leandro paredesWhere stories live. Discover now