Museo

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André se puso de pie y yo rápidamente lo imite. Nos quedamos en silencio, sonriendo, un momento incómodo o un momento esperado, se deja en el criterio de cada persona.

¿Incómodo y perfecto?

La combinación de palabras queda genial en el momento, es de esos instantes que no tienes idea de cómo reaccionar o qué hacer, pero no quieres dejar de mirarlo y te sientes bien así, sin hacer nada al respecto, esperando no sé qué, pero sucede.

- Creo que es mejor llevarte a casa ya.

Finalmente habló André para dejar de lado el silencio.

- Me parece bien, ya es tarde.

En el camino André dejó en reproducción aleatoria su playlist, Música clásica. Teníamos demasiadas cosas en común.

El tiempo a su lado pasaba rápido.

Me dejó a un lado de mi casa. Y eso fue todo por esa linda tarde.

¿No les sucede que después de una salida no pueden dormir?

No por la preocupación, me refiero a ese insomnio de felicidad, por pensar en lo bien que la pasaste, tan bien que deseas repetir el día o esperas la ilusión de nuevamente salir.

Me quede dormida pensando en esa tarde.

Al día siguiente que desperté fue con gran felicidad, cada día es único y maravilloso.

Una nueva oportunidad de sentir, de ser y disfrutar.

El outfit ganador fue una falda de lápiz larga de color rosa pastel y una camisa blanca.

Bueno es que me gusta mucho el color rosa pastel, rosa mexicano y de todo tipo de rosa.

Un dato interesante es que la mayoría de los muebles de mi habitación son color rosa.

Mi sueño es que mi idóneo en una cita me regale un tulipán rosa. Simbolizan la pureza. Me gustaría incluir un significado personal con dicha palabra. Es la pureza de un amor real.

Es viernes, no lo recordaba y ya estaba lista para ir a la universidad. No tengo clases. Soy muy mala para memorizar esos datos.

No puedo quedarme toda la mañana navegando en mi celular, no me gusta desperdiciar el tiempo de esa manera, cada persona tiene sus motivos y la diversidad de pensamientos es infinita en cada individuo, pero en lo personal el dispositivo móvil es útil para leer, contactar con las personas importantes y una herramienta para facilitar nuestras tareas; claro que tiene sus ventajas, sin embargo también tiene desventajas, las redes sociales en ocasiones se salen de control y las personas no logran comprender la gravedad de eso. Es buen distractor, pero no elimina los problemas. En ocasiones los incrementa. Trastornos como ansiedad o depresión, si formas parte de este club entenderás que las redes sociales no siempre nos benefician. Es por eso que el arte es un medio perfecto para liberarnos y distraernos.

Por lo tanto, dedicare mi mañana en la escritura.

Mi inspiración es la melodía de su voz.

El problema de los escritores es que cuando en nuestra vida surge una persona importante, tenemos esa debilidad de tomar el lápiz y escribir algo de esa persona. O es todo o nada. Así de simple.

Me siento algo intensa en escribir un poema y no lograr evitar que su mirada llegue a mis recuerdos con cada palabra cursi que se deja escapar.

André es la inspiración de este día.

Y pensar que mi inspiración de la semana pasada era un personaje literario.

1:00 p.m sonó una alarma de vehículo.

Tres horas escribí sin una sola pausa. Y todavía tenía más para escribir, pero en dos horas llegaría André por mí. Tenía que verme linda y para decidir maquillaje y peinado soy muy lenta.

Tenía opciones, pero poco tiempo.

Destacaron ante mis ojos un vestido color rojo y un conjunto negro con rosa. Nuevamente mi obsesión con el color rosa, pero esta vez opté por el vestido color rojo, mi madre me halago por lo bien que se veía, obviamente confíe en sus palabras y rápidamente me cambie. Hablando de outfit para ser sincera el vestido no me agradaba al principio, desde luego que tenía un diseño agradable y moderno, pero no quería ir tan elegante. Finalmente gano el vestido, la convicción de las palabras siempre gana, claro, sólo cuando hablamos de comentarios positivos.

Navegue un poco en mi laptop, estaba en pinterest buscando un peinado y maquillaje agradable, respecto al maquillaje quería algo aparentemente natural, si, bueno, los hombres ven a una mujer con un delineado sencillo, labial, base y eso es todo para considerar "natural". Creo que aún están equivocados, pero es el secreto de nosotras las chicas o bueno, ya no es tan secreto, ahora es público y este libro llegará a cantidades inimaginables de personas.

Por otro lado, estaba la opción de un peinado casual con un listón rojo y después tenía un peinado básico que consistía en cabello planchado y dos simples trenzas de cada lado. No tarde en elegir, mi instinto me gritaba por la opción del listón. ¿A quién no le gusta usar listón en el cabello?

Se ve muy lindo. Imagina un vestido de lápiz largo color rojo, con una sola manga y un decorativo listón en el cabello, para mí es perfecto.

Un dato de parte de mi madre es que el color rojo en una cita o salida ayuda a verte más linda.

Mientras me observaba en el espejo, cada detalle analizaba.

Los pensamientos llegaron sin pedir permiso, recordé a una persona que me daño en el pasado, mi primera ilusión y por quien gracias a lo que pasó deje mi corazón en manos de Dios, para que lo sanara y guardará para la persona correcta. Bien dicen que de todo lo malo siempre viene algo mejor, ahora soy feliz y estoy a punto de iniciar esa promesa.

André toco el timbre, entonces baje rápidamente al primer piso. Él se encontraba hablando con mi madre, no escuche con claridad, pero de algo estoy segura es que hablaban de mí, es obvio.

Cuando llegue a la puerta principal André no dejaba de verme, como un niño pequeño con juguete nuevo. Esa mirada delatadora de que lo que estás viendo es agradable.

- Hola, ¿Cómo estás?

Mi saludo lo tomo desprevenido. Solo se quedaba viéndome, probablemente buscaba las palabras adecuadas para la ocasión.

- Estoy ante una obra de arte. -Confesó tímidamente.

Yo sentía mis mejillas arder, es decir estaba toda roja, me delataba yo sola.

- Todavía no llegamos al museo.

Después de expresar eso me sentí más torpe, en mis pensamientos eso se escuchaba genial, pero gracias a eso logré ver una sonrisa en el rostro de aquel chico apuesto.

- El museo, cierto. ¿Le parece señora Sorni si me llevo a su hija al museo?

André no dejaba de sonreír.

- Cuídala mucho. 

¿Eres tú? / Romance cristianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora