Viento

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- ¿Ese viento soy yo?

- Y el clima yo.

- Eres gracioso.

- Lo sé, prepare muchos chistes y anécdotas para este momento.

- ¿Qué momento?

- Nuestro momento Alizeh.

- ¿De qué hablas?

- Dios tiene un propósito en nuestras vidas.

Deje de seguir caminando, una sensación de alegría me invadió.

¿Es él?

Me pregunte mientras pensaba en las probabilidades.

- ¿No piensas lo mismo Alizeh?

- ¿Eres cristiano?

- Sí, lo soy.

- Yo igual.

- Lo sé perfectamente porque te estaba esperando todo este tiempo.

Sus palabras se escuchaban con seriedad e ilusión. Me sorprendía la seguridad con la que lo expresaba.

- Todo tiene un propósito. Nada es casualidad, ¿Cierto?

- Exactamente.

- Exactamente ¿A qué te refieres con nosotros?

- Nuestro presente y futuro es juntos.

- No estoy entendiendo nada, deberías de ser más claro.

- Llegaremos tarde a la universidad, es el segundo día, no puede ser de esa manera, tenemos que mantener nuestro record de puntualidad.

André siguió caminando, no expreso nada más. En todo el camino permaneció en silencio.

Yo pensaba en las probabilidades de aquel futuro incierto, un futuro juntos. No me quería ilusionar. ¿Cómo amigos? No tenía sentido en otra situación.

Ser paciente, eso me tiene que funcionar.

Durante las clases André no me hablo, estaba muy concentrado en las actividades que no se despegaba de su cuaderno y butaca. Muy inteligente y comprometedor con sus responsabilidades. Me agradaba eso de él.

La hora de salida fue buena, estaba lloviendo, la lluvia es el mejor momento para una escena en que los protagonistas toman la misma sombrilla y se besan bajo la lluvia. Es decir, soy escritora, imagino muchas escenas similares, no con alguien, imagino a las personas en esa situación, pero aun no encuentro a esa persona con la que desearía tener una escena romántica bajo la lluvia o una escena en la que el protagonista se dirige a mí en medio de la multitud y confiesa sus sentimientos. Sin embargo, me gusta soñar con los personajes ficticios. Son atentos, románticos, amables y detallistas. Todo por amor.

La lluvia es ese momento en que tomas un lápiz y cuando menos lo imaginas las hojas de tu cuaderno están completas de historias, personajes, poemas, de vida. Cada libro, cada palabra es un fragmento de la vida de un escritor.

Mi sueño a corto plazo es comprar una laptop, sería una buena inversión para mis tareas y libros. Soy una escritora en busca de un amor e historias.

- ¿Soñando? – Interrumpió André a mis pensamientos.

- ¿Es muy notorio?

- Tu sonrisa es la que revela cada secreto.

- Mi sonrisa tiene una inspiración de escribir.

- ¿La sonrisa o tu corazón?

- Ambas.

- Eres como una poeta. Tienes talento.

- Dios me dio un talento maravilloso para cumplir su propósito en mi vida.

- Exactamente.

- Pienso en tus palabras, pero no comprendo todas.

- No es el tiempo, es por eso.

No es el tiempo. Fue la respuesta a todas mis preguntas, era completamente cierto.

Ambos esperamos que la lluvia cesara. El silencio fue suficiente para inspirarme en un poema. Tenía las palabras en el corazón. Tomé mi cuaderno de literatura y comencé a escribir, el escuchar cada gota caer y la respiración de André, tenía la calma y la escena perfecta.

Su mirada estaba clavada en mí. No tenía interés en nada, todo pasaba en cámara lenta, él estaba sonrojado y yo estaba presenciando su rostro, tan perfecto. Una escena cliché de película. Estaba enfrente de mí, con una linda sonrisa y una mirada de ilusión y secretos.

Tenía todo para enamorarme, él tenía todo lo que buscaba.

La campana del turno vespertino me regreso a la realidad de mis pensamientos.

- ¡Que sorpresa ! – Exclamó Dan.

- Alizeh quiero presentarte a mi gran amigo.

Al escuchar las palabras de André comprendí que cuando es el momento todo sucede, todo se enlaza y todo tiene sentido.

- ¿Se conocen? – Preguntó Dan con gran intriga.

¿Eres tú? / Romance cristianoUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum