Cristales De Amor Amarillo - Gustavo Cerati Y Tú

XXIII

Narrador;

Fue ya un año y medio con los Emma y Gustavo de pareja, habían adoptado un perro, vivían juntos en la casa de ella, tenían un auto nuevo, y ella ya había terminado el último año de Universidad. Era un día especial para Gustavo, hoy le pediría matrimonio a Emma, la había invitado a cenar en un restaurante italiano. Emma miraba por la ventana del auto a los perros del vecino que ladraban e intentaban salir de su casa. Se había puesto un vestido blanco aperlado y algo simple. Arrancaron hacia la cena. Empezó a sonar puente en el auto, ella tarareaba la canción mientras jugaba con sus dedos como si estuvieran caminando sobre los cables de electricidad, a Gustavo le dio una descarga de ternura en ese momento. Ella se recostó en el asiento y lo miró.

—Gus, ¿Por qué estás tan nervioso? —Dijo ella riéndose.

—Ya vas a ver. . .

—¿Que? —Ella seguía riendo.

—Nada.

Eran al rededor de las nueve y media cuando llegaron. Y ya estában en media cena, las manos de Gus le temblaban por toda la ansiedad, ella lo miraba con risa, aparte el tenía toda la cara roja como tomate. Agarró el poco coraje que tenía y sacó la cajita de adentro de su traje. Emma casi se atraganta con los fideos.

—E-Emma, llevamos mucho tiempo juntos, te amo demasiado, ¿Quisieras ser mi esposa?

Emma quedó medio shoqueada y con lagrimas en los ojos.

—AY, SI, SI SI, MIL VECES SI. —Emma se abalanzó sobre el como si fuera el último abrazo que le daría en la vida y lo besó.

Todos al rededor empezaron a aplaudir, chiflar y felicitarlos.

—Te amo demasiado nena.

Y ahí se fue un mes, Emma y Gustavo se casaron, un par de meses más y llegamos a la actualidad.

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Gustavo;

Estaba volviendo de una salida con un par de amigos que me hice en este tiempo, Emma estaba en casa. Al llegar a la casa había un silencio peligroso. Agarré un cuchillo de la cocina y fui a explorar. En el comedor no había nada, tampoco en la cocina, nada en patio ni en el baño, tocaba entrar a la pieza, ahí se encontraba lo que menos quería que ocurriera. Emma se encontraba con un cuchillo en el estómago y su celular estaba marcando mi número, no había llegado a llamarme. Me quedé mirando su cuerpo incrédulo, mis piernas temblaban exageradamente, agarré mi celular y llamé al 911, ella no sobrevivió.

Llegué a la casa con la noticia encima y pesadez terrible. Me largué a llorar en el piso mientras le pegaba hasta que mis nudillos comenzaran a sangrar, estaba seguro de que los vecinos pensarían que el estaba siendo asesinado. Me tiré para el costado y cubrí mi cara con mis manos, retiré un poco de estas y logré ver una caja abajo del sillón. La saqué de ahí abajo y la miré con detenimiento, una sonrisa se formó en mi rastro. El ciclo probablemente se repetiría, pero de todas maneras planeaba hacerlo, voy a hacer que ella me haga compañía de la misma manera que ella me eligió para que yo lo haga. . .

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Bueeeno, terminamos, los amo mucho, este fue un episodio muuuy cortito, la mitad de lo que suele ser, muchas gracias che, voy a hacer más Fics de Gustavo, tengo bastantes ideas para eso. . .